El presidente Barack Obama ha utilizado uno de sus últimos discursos ante la Asamblea General de de la ONU para lanzar un mensaje anti-homofbia y pedir el fin de la discriminación animando a los ciudadanos a que luchen en contra del rechazo de las minorías: “Los ciudadanos alrededor del mundo exigen respeto a la dignidad de todas las personas, sin importar su sexo, raza, religión, discapacidad u orientación sexual. Y quien se niegue a ello debe atenerse al reproche público”.
Durante el emotivo discurso, Obama ha hecho declaraciones tan reivindicativas como esta: “No creo que el progreso sea posible si nuestro deseo de preservar nuestra identidad da paso a un impulso de deshumanizar o dominar a otro grupo”. O esta otra: “Si nuestra religión nos lleva a perseguir a los que tienen otra fe, si apresamos y golpeamos a aquellos que son homosexuales, si nuestras tradiciones nos impiden educar a nuestras hijas en la escuela, si discriminamos según la raza o la etnia, entonces los frágiles cimientos de la civilización se quebrarán”.
También ha lanzado algunas indirectas hacia las políticas de aspirante republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, como que “el mundo es demasiado pequeño y estamos demasiado juntos como para recurrir a viejas formas de pensar”. Aludiendo a la absurda promesa de Trump de construir un muro entre EE UU y México, el presidente ha dicho que “una nación rodeada por paredes solo se encarcela a sí misma”.