Inhabilitado por negar una plaza escolar al hijo de una pareja gay

El juzgado de lo Penal número 3 de Sevilla ha dejado visto para sentencia el juicio contra el director y la responsable de admisión del colegio privado Yago School, en el municipio de Castilleja de la Cuesta, tras haber denegado un plaza en el centro escolar al hijo de una pareja gay. Un año de […]

23 septiembre, 2016
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Inhabilitado por negar una plaza escolar al hijo de una pareja gay

El juzgado de lo Penal número 3 de Sevilla ha dejado visto para sentencia el juicio contra el director y la responsable de admisión del colegio privado Yago School, en el municipio de Castilleja de la Cuesta, tras haber denegado un plaza en el centro escolar al hijo de una pareja gay. Un año de inhabilitación docente por un delito contra los derechos fundamentales y las libertades públicas ha sido la petición estimada, ya que se ha considerado aprobada que la negativa de admisión del alumno se debía a la orientación sexual de sus padres. Más aún cuando sí obtuvieron el visto bueno después de que uno de los progenitores se hiciera pasar por heterosexual.

Según consta en la denuncia, en el año 2011 los padres del menor se pusieron en contacto con el centro, a través de un correo electrónico, con el objetivo de solicitar una plaza de escolarización para su hijo durante el curso 2012/2013, sin ocultar su condición de familia homoparental. La directora de admisión denegó la plaza, objetando que no había disponibles en ese momento y que volvieran a intentarlo el próximo curso. Un año más tarde la pareja volvió a realizar la misma operación, obteniendo el mismo resultado.

Los denunciantes comenzaron a sospechar que la negativa se debía más al hecho de ser una pareja homosexual que a la falta de plazas en sí, pues tenían constancia de que otros alumnos sí eran admitidos. Ante esta situación, uno de los padres volvió a pedir plaza, esta vez haciéndose pasar por heterosexual y concertando una cita personal con la responsable. En dicho encuentro, la directora de admisión le expuso que sí había plazas disponibles e incluso la cantidad económica a desembolsar. Fue entonces cuando el padre mostró los anteriores correo electrónicos donde se le exponía lo contrario. Ella se defendió diciendo que se trataba de un error, pero más tarde se puso en contacto con los padres solicitantes y les comunicó, una vez más, que su hijo no tenía plaza.

“De lo actuado se deduce indiciariamente que la negativa a la escolarización del menor fue debida a la condición sexual de los padres”, aclaraba la institución judicial.

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