La pasión que Arnold Schwarzenegger tenía –y sigue teniendo– por el culturismo hizo pensar a sus padres que podría ser gay. Algo que para nada les agradó y que le trajo graves consecuencias al actor.
En una entrevista a Xposure, el ex gobernador de California ha contado que durante su adolescencia y en sus inicios como aficionado al culturismo solía enmarcar las paredes de su habitación con pósters de grandes estrellas de dicha modalidad. Hombres semidesnudos, embadurnados en aceite y mostrando unos músculos de acero. Un hecho que hizo pensar a sus padres que podría sentir atracción sexual por el género masculino. “Corría detrás de mí, cinturón en mano, y me golpeaba”, confesaba el actor en referencia a su padre.
Un ‘calvario’ también para su madre, que según explicó el protagonista de Terminator, llegó incluso a acudir a un médico para poder hallar una solución al ‘problema’ que padecía su hijo. “¿Me puede ayudar? No sé si a mi hijo le ocurre algo malo, tiene toda la pared llena de fotografías de hombres desnudos, al contrario que todos sus amigos que tienen fotos de chicas”, escenificaba el actor.
El apoyo del actor al colectivo LGTB durante su vida política ha estado lleno de vaivenes. Si bien es cierto que en algunos momentos ha instado a sus colegas del Partido Republicano a abrirse de mente y evolucionar respecto a las reclamaciones del colectivo LGTB o ha mostrado su apoyo al Orgullo de Los Ángeles (despidió de forma sarcástica a un usuario homofobo de Facebook con su archiconocido “hasta la vista”), tampoco hay que olvidar su veto en 2005 a la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo en el estado de California, actuando así en consonancia con el entonces presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, que consideraba el matrimonio una unión exclusiva entre parejas heterosexuales.