El sector taurino es uno de los menos favorables respecto a los derechos LGTB. Quizás una tradición muy marcada y la concepción del ‘macho ibérico’ como requisito indispensable para ejercer la profesión hacen del colectivo un tema tabú y mayoritariamente rechazado.
Resulta sin embargo esperanzador que las nuevas generaciones despunten en materia de tolerancia y traten de abogar por la aceptación LGTB en un entorno como el taurino.
El torero Juan Luis Ambel, más conocido como Posada de Maravillas, ha sido noticia por apoyar abiertamente a su amigo David Enguita, periodista en la radio Onda Arcoiris, tras recibir amenazas de muerte el pasado mes de julio.
Durante la corrida del pasado viernes en Las Rozas (Madrid), Posada de Maravillas decidió homenajear a Enguita brindándole su segundo toro en señal de admiración. “Por el compromiso y la lucha que haces día tras día, por la defensa de la libertad y el amor”.
Esto demuestra que incluso en los entornos más cerrados el cambio es posible.