1. Lucha contra el encrespamiento
Para todos aquellos amantes del pelo liso y los tupés pulidos, la lluvia y la humedad típicas del invierno son el peor enemigo posible. Y es que tras dedicar quince o veinte minutos todas las mañanas a conseguir el peinado perfecto, no es plan de que solo te aguante hasta el portal.
Existen en el mercado productos específicos para el encrespamiento, pero los amantes de los trucos de “andar por casa” podéis luchar contra el encrespamiento sin invertir en tratamientos.
Cuando apliquéis vuestra crema facial hidratante por las mañanas, echad un poquito más de lo que necesitéis para el rostro. Tras aplicarla, con el sobrante que queda en las manos, pasadlo por los “pelitos voladores” que no terminan de asentarse. Veréis como elimináis el encrespado sin aportar nada de grasa.
Otro truco es echar laca en un cepillo mediano y después repartirla por todo el cabello mientras lo cepillas. Puedes repetir el proceso tantas veces como sea necesario. Con este truco lograrás eliminar el frizz, pero sin el efecto acartonado que deja normalmente la laca. Además, te aportará un poco de brillo y un aspecto más saludable al cabello.
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2. Adiós a las pielecillas de los labios
Otra consecuencia típica del frío es el agrietamiento y posterior pelado de los labios. Esas incómodas pielecillas parecen no dejar de salir nunca. Lo más común es comenzar a tirar de ellas y dejar los labios en carne viva.
Eliminarlas sin dañar tus labios es posible con cosas que seguro tienes por casa:
– El primer paso sería humedecer un cepillo de dientes y raspar con suavidad tus labios durante un par de minutos para retirar las pielecillas más gruesas.
– Como segundo paso, aplica un exfoliante labial casero para dejarlos realmente suaves. Es muy facilito de hacer. Solo necesitas mezclar media cucharada de aceite de oliva y una cucharada de azúcar. Exfolias durante otro par de minutos, insistiendo en las comisuras de los labios, y al terminar retiras los restos de exfoliante con un poco de papel. Si notas la boca demasiado aceitosa, puedes aplicar un poco de limpiador facial y aclarar con abundante agua.
– Para finalizar el tratamiento, aplica una capa gruesa de bálsamo reparador.
Como verás, es fácil, económico y apenas te llevará cinco minutos. Te recomendamos realizarlo una vez a la semana por la noche o cuando no vayas a salir de casa, ya que no es aconsejable que después te expongas a la luz solar.
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3. Cabello siempre hidratado
Si bien en verano el sol y el agua del mar secan nuestro pelo, en invierno solemos abusar más de instrumentos de calor para evitar resfriados. Es importante utilizar protectores de calor antes de utilizar planchas, tenacillas o secadores, pero cuando el cabello ya está dañado, puedes realizar mascarillas caseras de lo más reparadoras, y mucho más efectivas que las que puedas comprar en el supermercado. Además, éstas son totalmente libres de químicos.
En la que os recomendamos hoy, vamos a utilizar el aceite de oliva como principal ingrediente, ya que es rico en vitamina E. Se realiza antes de lavar el cabello.
Echa una pequeña cantidad en tu mano, y frótalo enérgicamente con la otra mano para calentarlo durante unos diez segundos. Después lo aplicas suavemente por las puntas de tu cabello masajeándolo para que penetre bien. Es importante que no toques la raíz, ya que así solo conseguirás engrasarlo.
Déjalo actuar de media hora a toda la noche, y después lava el cabello como lo hagas normalmente. Cuando el cabello esté seco, te quedarás alucinado. Para potenciar el efecto, envuelve tu cabello en papel de aluminio, o ponte un gorrito de ducha. El calor hará que el aceite penetre mucho mejor.
Realiza este tratamiento una vez por semana hasta reparar tu cabello. Cuando ya esté en buen estado, puedes realizarlo una o dos veces al mes para mantenerlo cuidado.
Si tu cabello está extremadamente seco, puedes poner el aceite en un cuenco y añadir aguacate o clara de huevo, y aplicar como te hemos explicado. También puedes emplear otro aceite, como el de coco o el de argán, si lo prefieres.
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