Un tribunal de apelación de Irlanda del Norte ha condenado a los dueños de una pastelería a pagar una indemnización de más de 500 euros a un cliente que quiso encargar una tarta en la que aparecieran los personajes Epi y Blas y el mensaje “Apoya el Matrimonio Gay”. En mayo de 2014, el activista gay Gareth Lee entró en la pastelería Ashers Bakery de Belfast y, tras encargar su pastel, se encontró con la rotunda negativa de los dueños del negocio familiar, que alegaron que no podían hacerlo por motivos religiosos.
La Justicia ha considerado que los pasteleros cometieron un delito de discriminación contra el cliente, ya que su negocio no es un grupo religioso sino una empresa cuyo objetivo es obtener beneficios, por lo que al negarse a cumplir el pedido del cliente por razones de conciencia estaban cometiendo un acto de discriminación.
Aunque, desde 2005, la ley de Asociación Civil en Irlanda del Norte otorga a las parejas homosexuales los mismos derechos y responsabilidades que a los matrimonios heterosexuales, a diferencia de como ocurre en Inglaterra o Gales, estas uniones no se denominan “matrimonio”.