“Estoy muy decepcionado, es mi color favorito”. Y es que Kent Morgan aún no concibe que le agrediesen brutalmente por llevar una camiseta rosa. Volviendo a casa el pasado viernes, dos hombres comenzaron a increparle porque llevar esa camiseta “es de gays”, ha explicado la víctima al Daily Mail. “Continué andando porque creo que no tiene sentido contestar a comentarios así y además parecía que llevaban varias cervezas. Después empezaron a decirme que no les ignorase…”.
A los pocos segundos comenzaron a correr detrás de él, y el resultado se observa en la imagen: mientras uno de ellos le sujetaba, otro le golpeó 3 o 4 veces sin ningún miramiento. Después de avisar a su mujer y acudir al hospital, Morgan ha reconocido que el miedo le hará coger el coche para regresar del trabajo durante las primeras semanas. Lamentable.