Después de diez años sin trabajar juntos, Loles León y el director y guionista Julián Quintanilla vuelven a encontrarse para sacar a la luz El mundo entero, un emotivo mediometraje que se prorroga durante dos semanas más y que ellos mismos describen como una historia antihomofobia y que, con cierta voz autobiográfica, se sumerge en los dilemas de la educación de los hijos y los prejuicios de la sociedad española.
Tras dirigir su primer cortometraje, Implicación –también sobre la homofobia–, con el que recorrió más de 25 países y cosechó varios premios, Quintanilla vuelve a confiar en Loles para ponerse en la piel de su propia madre, la Chary, una mujer valiente y luchadora que falleció en 2001 pero que vuelve a la vida gracias a la interpretación de la actriz catalana. “Cuando leí el guion me puse a llorar y le dije a Julián que quería hacerlo. Es un personaje que hago con mucho amor porque sé lo que significa para él”.
El mundo entero –que ya ha ganado 4 premios en sus 3 primeros festivales internacionales– cuenta la historia de Julián –interpretado por el propio director–, quien cada año recibe la visita de su madre muerta en el cementerio del pueblo extremeño en el que se crió. En cada encuentro hablan, ríen, recuerdan y se emocionan, y la Chary siempre pide algo que su hijo debe cumplir, aunque este año su deseo removerá ciertos problemas del pasado. “Loles interpreta a mi madre como si estuviera viva, más viva que nunca, y eso es genial para mí y para el proyecto”, comenta Quintanilla.
Con tintes de comedia social, la cinta se recrudece con una temática que hoy día permanece latente, a pesar de que gran parte de esta historia se desarrolla en los años 80. “Aunque parezca que es una época pasada, las agresiones homófobas siguen existiendo ahora”, subraya Loles Léon. De hecho, esta historia llega en un momento en que los delitos de odio han aumentado considerablemente, con 109 ataques homófobos registrados en Madrid durante el primer semestre del año. El propio director vivió una desagradable experiencia recientemente: “Una semana antes del rodaje iba en un taxi y el taxista me llamó ‘maricón’, así me di cuenta de que este odio sigue latente”. “El machismo, la represión, las intolerancias, la homofobia… siguen ahí, tú puedes verlos ahora como en los años 70 u 80”, cuenta Loles, que en aquella época sufrió en su propia piel todos los prejuicios por ser actriz y madre soltera. “Creo que la juventud de hoy en día debe ser más consciente de lo que está ocurriendo, recuperar sus valores y manifestarse en contra de estas sinrazones”.
La educación es el pilar de toda sociedad y la razón de sus victorias y sus fracasos, por ese motivo este mediometraje centra su atención en ella. “La educación sentimental en las casas es muy importante, y eso queda reflejado en la película”, afirma Quintanilla. “Eso es lo que da forma a nuestros hábitos y comportamientos. Y creo que, a pesar de que la homofobia es un sentimiento muy arraigado, se puede reeducar”. Y con esa voluntad de reeducar y dar visibilidad a este tipo de problemas, Julián utiliza su cine como una potente herramienta. “Desde el momento en el que pones una película ante muchísima gente, ya es social. Yo, tanto en cine como en teatro, tomo partido en la historia para que tenga ese trasfondo, porque creo que origina una comunión con el público, y cuando estás implicado con lo que ocurre, con un sufrimiento, lo comprendes, aunque eso cree debate”. De hecho, Loles cree que el debate es necesario, que se deben compartir pensamientos y opiniones, y reivindica la vuelta de los coloquios a los cines, “porque así, si por ejemplo hay una persona homófoba, se le escucha, se le pregunta y aunque no cambie su pensamiento, al menos habrá oído otras cosas”.
Sin duda, el tándem León-Quintanilla funciona, parece que trabajan desde un mismo sentimiento y que sus piezas encajan a la perfección: saben lo que quieren hacer y cómo hacerlo. Y aunque han pasado más de diez años entre su primer cortometraje juntos y El mundo entero, parece que su puesta de largo no tardará en llegar: “Tengo un guion que puede ayudar un poquito a cambiar las mentes más cerradas, esperamos que pueda salir adelante”.
Loles León no puede quejarse de falta proyectos, y es que, además de en este esperado mediometraje, podremos verla en los nuevos capítulos de La que se avecina, en la versión VIP del programa culinario por excelencia de TVE, Celebrity Masterchef, y en noviembre en la secuela de La niña de tus ojos de Fernando Trueba, La reina de España, donde volverá a coincidir con Penélope Cruz, Antonio Resines o Rosa María Sardá. “Octubre es mi mes, va a ser el renacimiento y el resurgimiento de Loles”. E incluso puede que entre todos estos regresos, haya uno próximo junto a Pedro Almodóvar. “Creo que tiene pensado algo para volver con las mujeres, lo que no sé es si estaré yo”.
Pero antes de todo eso, la cita imprescindible es con Julián y la Chary en El mundo entero, una lección de vida y un grito para cambiar el mundo. Y es que, como dice Quintanilla, “si la Chary puede cambiar las cosas hasta después de muerta, cualquiera puede”.
FOTO: www.miguelangelfernandezphoto.com
ESTILISMO: Teria Yabar