Las declaraciones de la presidenta de la Asociación de Psicólogos Católicos de Portugal en la revista Familia Cristiana han levantado más de una ampolla entre los profesionales del Colegio de Psicólogos y entre la población LGTB del país vecino.
Maria José Vilaça no dudó en cargar abiertamente contra los gays. “Acepto a mi hijo, lo amo tal vez hasta más, porque vive de una forma que sé que no es natural y que le hace sufrir. Es como tener un hijo drogadicto, no voy a decir que es bueno”.
Para empezar, la homosexualidad dejó de recogerse como un trastorno mental por la O.M.S. en el año 1991, mientras que la homofobia, al igual que todas las fobias, sí que se considera un trastorno en la actualidad. Por tanto, comparar la homosexualidad con la drogadicción es una absoluta barbaridad.
Le recomendamos a la señora Vilaça que actualice los apuntes de la carrera. Afortunadamente, las cosas cambian.
Respecto a lo de que “no es natural”, la homosexualidad es algo propio de la especie humana (al menos de gran parte) y de multitud de especies animales. Las cosas no se convierten en ‘antinaturales’ porque le convenga a esta señora y a su asociación.
El Colegio de Psicólogos de Portugal (OPP) ha decidido tomar cartas en el asunto y está llevando a cabo una investigación. “Las declaraciones de Maria José Vilaça no presentan ningún tipo de base científica. Contradicen la defensa de los derechos humanos, de la evolución y el equilibrio social, y dificultan la afirmación de los psicólogos en la sociedad”.
Tras toda la polémica, Vilaça publicó un post en su Facebook tratando de justificarse. “No es una comparación sobre la homosexualidad sino sobre la actitud ante ella”.
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