En 1997, a Sigurdur Hjartarson, profesor de Historia y de español, le regalaron un látigo hecho con el pene de un toro. Este curioso regalo fue el primero de su colección de falos fue ampliando con los años hasta que decidió exponerlos y crear lo que bautizaremos como La faloteca. El museo de penes más grande del mundo está en Reikiavik, capital de Islandia, una recopilación de más de 280 ejemplares pertenecientes a 91 especies diferentes, miembro de ser humano incluido.
17 tipos de ballenas, osos polares, morsas y 4 hombres que decidieron donar su pene después de morir están incluidos. Su pieza estrella, y la que abre la colección, mide nada más y nada menos que 1’70 metros, está conservada en formol y pertenece a un cachalote.
Eso sí, el museo también cuenta con recreaciones humorísticas, no solo se nutre de ejemplares reales de alto valor biológico, pues los supuestos penes de Hitler o Einstein también se encuentra allí. Y cuenta con una reproducción en plata de los penes erectos de la selección islandesa de balonmano, a los que se homenajeó tras cosechar la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008. ¡Pasen y vean!
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