Foto Nacho López
Cualquiera que escuche hablar de una película protagonizada por una joven aspirante a modelo virgen, lesbianas necrófilas y modelos caníbales –una de ellas es la top Abbey Lee– pensaría que debe ser de terror, mínimo serie B, quizá Z. Pero Nicholas Winding Refn, el director danés de The Neon Demon, asegura que la suya es un cuento de hadas. Y lo afirma muy serio. De hecho, considera que es la última entrega de una trilogía de cuentos que comenzó con la celebrada Drive y continuó con Only God Forgives.
En The Neon Demon, la protagonista de su relato es Elle Fanning, una joven inocente que desembarca en Los Ángeles dispuesta a hacerse un hueco en el mundo de la moda y cuyo ascenso fulgurante despierta el recelo de modelos dispuestas a todo para truncar su anunciado éxito. Vista la película, bien podría haberse titulado Beauty is a Beast, aunque a Winding Refn no le convence: “No resulta tan glamuroso. Pasé muchas noches pensando en cómo titular la película, quería que tuviese un aire místico”.
“No debemos convertir la creatividad en algo político, resulta muy aburrido”
Para el director, su protagonista, Jesse, es un demonio de neón porque se convierte en el veneno que vuelve loco a todo el mundo a su alrededor. “Vivimos en un mundo obsesionado por la belleza, nos guste o no, y con la revolución digital va a más, hasta el punto de controlar nuestras vidas”. Ruby, interpretada por Jena Malone, es una maquilladora que cae rendida ante la belleza virginal de Jesse, y se enamora perdidamente de ella. Este turbio personaje protagoniza una de las secuencias más turbadoras del film, que incluye prácticas necrofílicas. Una escena que no ha sido bien recibida en determinados sectores de la comunidad LGTB, nada contentos con que la única lesbiana que aparece en la película resulte tan oscura. “No debemos convertir la creatividad en algo político”, responde, “resulta muy aburrido”.
Desde su estreno en el último festival de Cannes, la polémica ha acompañado a esta controvertida cinta, que despierta odios y pasiones igual de encendidos entre el público. De hecho, la recepción recuerda a la que tuvieron en el pasado títulos, hoy de culto absoluto, de directores como David Lynch y Paul Verhoeven. “A partir de Drive cambió radicalmente el impacto de mis películas. Y cuanto más se ven tus trabajos, más polémicos pueden resultar. Me encanta la polémica, para mí es sinónimo de éxito. A través de la creatividad busco provocar un efecto en el público, le fuerzo a tener una opinión, sea buena o mala. Lo importante es sentir algo, y me encanta cuando me colocan en el ojo del huracán. Y seguro que Paul Verhoeven y Lynch disfrutan igual en esa posición”.
“Me encanta la polémica, para mí es sinónimo de éxito”
Tuvo claro que quería situar este oscuro cuento en el mundo de la moda, “porque es todo vanidad y fantasía”. A raíz de firmar distintas campañas, fue cuando pensó en utilizar sus experiencias para un proyecto personal. “Una manera más de plasmar que la moda nos ha devorado a todos, nos ha convertido en víctimas de la vanidad”. Sería sin duda un gran director de videoclips, aunque el que tenía que haber sido su bautismo de fuego, con Rihanna y Bitch Better Have My Money, no llegó a buen puerto. ¿Por qué? “Tengo dos hijas, y eso me hace valorar mucho los proyectos que acepto, todos deben tener un mensaje positivo. El de esa canción no lo tenía, y vi claro que no era la persona adecuada para llevarlo a cabo. Pero me encanta Rihanna, he coincidido con ella en varias ocasiones, y mi hija mayor la adora”. The Neon Demon sí encajaba dentro de su férrea moral, porque la ve como una película “sexy, hermosa y entretenida”. Y que le ha permitido sacar a la luz a la adolescente que lleva dentro, porque según él “todo hombre tiene dentro una joven de dieciséis años”.
Se le critica continuamente, desde Drive, que en su cine da prioridad a la imagen sobre el contenido. “Me gustaría que quienes me critican me definieran qué es un buen contenido”, afirma. “Drive era una hermosa historia de amor, ¿no es un contenido lo suficientemente sólido? Y en Only God Forgives contaba la completa relación entre una madre y su hijo”, continúa. “La belleza es una cuestión controvertida, y quienes la califican de superficial sin más es porque la temen”.
Fotos: Gunther Campine
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