Puede presumir de vivir mano a mano con el mar y de tener uno de los mejores climas de la península, pero Málaga no solo es arena y sol, es mucho más. Es un destino único que no ha dejado de reinventarse, y presenta al visitante un destino lleno de encanto y de propuestas de interés cultural y de ocio. Málaga es un lugar perfecto para descubrir en cualquier época del año.
Su legado histórico, con más de 3.000 años de historia, es una de las riquezas de la capital malagueña, encabezado por el espectacular Teatro Romano –que vuelve a utilizarse como espacio escénico–, la Alcazaba o el conocido Castillo de Gibralfaro. Pero su capacidad de innovación va mucho más allá y se ha convertido en uno de los destinos culturales con mayor proyección internacional. Te presentamos la nueva Málaga.
PARA DISFRUTAR DE LA CULTURA
La oferta cultural de Málaga es de las más ricas de Andalucía. Cuenta con más de 30 espacios expositivos, que van desde el Museo Picasso Málaga y la Casa Natal de la Fundación Picasso –que albergan los recuerdos de una de las mayores celebridades de la ciudad, Pablo Ruiz Picasso– hasta vertientes artísticas más actuales como el Centro de Arte Contemporáneo o el Centre Pompidou Málaga –el primero que el prestigioso espacio parisino abre fuera de Francia–. Muy cerca de ellos, sin salir del centro histórico, encontramos el Palacio Villalón, que alberga el Museo Thyssen Málaga, que cuenta con una cuidada colección de pinturas de finales del siglo XIX y principios del XX. A un golpe de bus podemos trasladarnos a las puertas de la Colección del Museo Ruso, donde las obras de Chagall –expuestas hasta el próximo mes de febrero– recibirán a los visitantes. Y empapados de arte, nada mejor que un paseo por el Museo del Automóvil, que se encuentra a escasos metros. Por otra parte, diversos centros culturales han ido tomando fuerza en los últimos años, como es el caso de La Térmica, uno de los nuevos espacios de referencia en la ciudad, con un planteamiento moderno, abierto y plural.
También es posible disfrutar del arte al aire libre, y es que en el mismo centro de la ciudad –ya de por sí una joya histórica–, tras cruzar Alameda, podemos encontrar uno de los barrios más bohemios: el Soho. Una zona que ha servido como caldo de cultivo para todo tipo de artistas, que han hecho de los muros sus propios lienzos, y donde se puede encontrar un comercio propio con una original y diferente oferta que sorprende, al igual que sus múltiples locales de restauración, donde sabores de todo el mundo conviven con los más autóctonos.
REPONER FUERZAS
El corazón del centro histórico de Málaga, presidido por la plaza de la Constitución, es uno de los lugares idóneos para desayunar o tomar un tentempié. Además, en invierno es más que apetecible un buen café para templar el estómago, pero antes recuerda la manera de pedirlo porque hay muchas variedades: “café mitad”, “sombra”, “largo”, etc.
Una vez aprendidas todas estas modalidades de café, uno de los lugares más atractivos para disfrutar de un aperitivo es el Mercado de la Merced, un espacio gastronómico que ofrece, en pleno centro, una muestra de la gran cultura culinaria que caracteriza a esta ciudad bañada por el mar. Si prefieres un sabor más tradicional, lo mejor será sentarse en una de las terrazas de la Plaza del Obispo, donde además de tapear, podrás disfrutar de la imponente fachada de la catedral.
Pero cuando se trata de saciar el paladar, lo tradicional siempre es un acierto, y Málaga tiene en su carta platos tan típicos como pescaíto frito, ajoblanco, ensalada malagueña, gazpachuelo, espetos o paella de marisco –ideal para disfrutar con vistas al mar incluso en los meses más fríos–. Eso sí, siempre acompañados de los deliciosos vinos de la tierra.
PARA PASAR MOMENTOS ÚNICOS
Entre paseos y tapas descubrimos las distintas caras de una ciudad en continuo movimiento. La calle Marqués de Larios, conocida simplemente como calle Larios, es una de las principales arterias de Málaga y una de las zonas más comerciales, con un bullicio y ambientación permanente. Además, durante la época navideña, luce un brillo muy especial. Desde ahí la ciudad se ramifica en un gran esqueleto que ofrece infinidad de actividades que han ido actualizándose con las nuevas generaciones. Tiendas, bares, restaurantes, discos… Las calles malagueñas albergan todo tipo de posibilidades, por lo que no es de extrañar que varios locales promuevan eventos para tapear y hayan apostado por la música en directo.
No podemos olvidar una de las últimas zonas reformadas de la ciudad abriéndose al mar. El Muelle 1 cuenta con una extensa zona comercial y de ocio con numerosas tiendas y restaurantes, y con unas privilegiadas vistas al mar; además, acoge mercadillos de artesanía, exposiciones, conciertos y cine. En el Muelle 2 nos espera el Palmeral de las Sorpresas, un bulevar ideal para dar un paseo y disfrutar del atardecer o de las vistas de toda la ciudad iluminada.