Algunos países han decidido tomar medidas ante el cada vez mayor acoso verbal que sufren las mujeres en las calles. En Argentina, concretamente, el 97% de las mujeres afirman haber sido acosadas con la excusa de los tradicionales piropos.
El Gobierno argentino ha tomado la determinación de imponer multas de 1.000 pesos (casi 60 euros) a aquellos que ataquen la dignidad y el derecho a la integridad física y moral de las personas en el espacio público.
El proceso de denuncia de estas situaciones se antoja complicado, pero el verdadero problema es que estos ‘inofensivos’ chascarrillos pueden ser el primer escalón en la escalera de la violencia de género.