Desde la antigüedad, la homosexualidad ha estado muy presente en la cultura japonesa. Las dos religiones más importantes en Japón, el sintoísmo y el budismo, estaban a favor en un principio. La homosexualidad ha estado incluso vinculada a la clase militar, a los samuráis, pero con el avance social y la influencia occidental comenzó a verse como algo inmoral.
Resulta bastante curioso que dentro de la parte de la población que rechaza la homosexualidad, una parte lo hace por intolerancia hacia una condición sexual diferente, mientras que otros lo hacen simplemente por desconcierto. Recordemos que es una cultura donde destacar está mal visto, y cualquier cosa que se salga de la norma acarrea serios problemas.