Este va a ser sin lugar a dudas el gran año de Andrew Garfield. Además del estreno de la nueva película de Mel Gibson, Hasta el último hombre, por la que ha sino nominado a Mejor actor en los Globos de Oro, el californiano estará muy presente este invierno gracias a la esperada última película del director ganador de un Oscar Martin Scorsese, Silencio, que se estrena el viernes 6 de enero. En ella da vida al Padre Sebastião Rodrigues, uno de los dos jóvenes jesuitas que en la segunda mitad del siglo XVII viajaron a Japón en busca de un misionero (Liam Neeson) que, tras ser perseguido y torturado, renunció a su fe. La violencia con la que los japoneses reciben a los cristianos hará que ambos vivan en su propia piel el suplicio de esa misión.
Ha llovido mucho desde que un joven Garfield llegaba a la gran pantalla con papeles secundarios en cintas como Leones por corderos, Nunca me abandones o La red social. Aunque su verdadero salto a la fama le vino con The Amazing Spider-Man, donde se puso el traje rojo para protagonizar la nueva saga cinematográfica del hombre araña. El superhéroe de Marvel y su relación sentimental con su compañera de reparto Emma Stone –también nominada al Globo de Oro por La La Land–, le valieron a Andrew para ser reconocido internacionalmente. Los cambios de planes en sus proyectos, surgidos tras un acuerdo entre Sony y Marvel por los derechos de Spider-Man, terminaron en una nueva adaptación del superhéroe con otro protagonista: Tom Holland. Lo que a priori habría sido una mala noticia para Andrew Garfield, parece haber sido un golpe de suerte, ya que sin duda, va a comerse 2017.