Borja Ortiz de Gondra y Fernando J. López
Se conocieron hace quince años. Les presentaron sus respectivos novios, y Fernando J. López quiso mostrar a Borja Ortiz de Gondra, mayor que él y con mayor experiencia en la escritura, su manuscrito La inmortalidad del cangrejo, que soñaba con publicar. De ahí surgió una amistad que llega hasta hoy, cuando se encuentran en el Centro Dramático Nacional para hablar de las funciones que estrenan a la vez. Una feliz coincidencia que les lleva a analizar lo mucho que tienen en común como autores, y también lo que une a estos dos proyectos.
Borja Ortiz de Gondra estrena Los Gondra (una historia vasca), basada en su propia familia. Fernando J. López, #malditos16, en donde habla del suicidio adolescente. Fernando dice: “Siento una gran satisfacción de ver que una función que habla de la adolescencia llega a un teatro público. Más que nervios, siento una gran responsabilidad desde un punto de vista social”. La responsabilidad de Borja es de carácter personal. “Llevaba veinticinco años de carrera sin atreverme a contar mi verdad; mis historias familiares las camuflaba en las obras para no hablar directamente de mí. Una persona muy importante para mí me recomendó que fuese sincero, y me lancé…”.
Ambos autores quisieron que sus repartos resultasen paritarios. “Y quería reivindicar a una generación de actores muy joven y preparada, que no siempre encuentran posibilidades dignas para trabajar”, explica Fernando. “Además, hablar de adolescencia implica abordar la diversidad, clave en la búsqueda de la identidad. Había que reflejar una panorámica heterogénea, para escapar del cliché”. Ortiz de Gondra también mimó su reparto. “Porque cuento una historia de cien años que transcurre en cuatro épocas. Aparecen diez actores que interpretan cuarenta personajes, y supe que los quería de todas las generaciones; buscaba esa diversidad de edades y de maneras de actuar. E hice hincapié en que hombres y mujeres tuvieran la misma importancia”.
Ambos autores, abiertamente gays, tuvieron claro que incluirían personajes LGTB en sus obras. La manera de entender el activismo aplicado a su arte es distinta para ambos, aunque busquen un mismo fin. Fernando explica a propósito de #malditos16: “Como gay y activista LGTB, el feminismo es esencial en mi manera de ver el mundo. En la función se reivindica la ayuda entre iguales, y para mí era fundamental mostrar un modelo de mujer que no tiene que ver con el habitual”. Acto seguido, interviene Borja para hablar de su manera de incorporar el activismo a Los Gondra: “Mi realidad es menos militante. Soy vasco 100%, y en el País Vasco el matriarcado ha regido siempre la sociedad. En el mundo en que he vivido, las mujeres estaban en un segundo plano social, pero en la realidad llevaban las riendas de todo, y eso tenía que plasmarlo”.
En #malditos16, dirigida por Quino Falero, López habla de lo duro que es aceptar la propia identidad, hasta el punto de que puede desembocar en el intento de suicidio. “Es algo muy asociado a la transexualidad en los menores. Quería hablar de qué problemas encuentran los adolescentes trans, sociales y legales. Era importante incluirlo para visibilizar y concienciar, porque sigue habiendo una transfobia brutal. Y también se habla de bisexualidad, de pansexualidad…”. En Los Gondra tiene menor relevancia el personaje gay que aparece, cuenta Ortiz de Gondra, aunque da gran importancia al modo en que lo ha tratado. “Una escena concreta es la salida del armario de un hombre gay ante su madre. A mí me interesa mucho la denominada ‘escritura post gay’, que apuesta por que la manera de integrar la diversidad sea sin que lo gay suponga un conflicto. En una obra que habla de la violencia en el País Vasco, de cien años de su historia y de la búsqueda de identidad de sus personajes, que la salida del armario no sea el gran conflicto de la obra es mi manera de integrar esa realidad. Hace años, escribí una obra [¿Dos?] en la que ser homosexual suponía el conflicto central; mi obligación en 2017 es apostar por la normalización. Porque lo que me gustaría es llegar a vivir en una sociedad en la que ser gay sea como ser zurdo”. Y ahí da la razón a su amigo Fernando: “Es el ideal al que tendemos, pero está claro que lo que hay ahora mismo en la calle es distinto”.
Ambos coinciden en su rechazo de etiquetas como literatura LGTB o teatro LGTB. “Creemos en la literatura y el teatro con personajes e historias LGTB”, afirman casi al unísono. “Me interesa llegar al lector y al espectador general”, añade Fernando. “Porque a quienes ya están de acuerdo con nosotros en esa defensa de la igualdad y la diversidad nuestros textos no les van a hacer cambiar. Lo que quiero es que quien venga a ver #malditos16 porque le interesen los adolescentes se encuentre con que, entre otros temas, se trata la transexualidad. Como se habla de anorexia o del complejo de inferioridad, y siempre desde una óptica positiva. Al situarlo como un tema más dentro de lo que supone la búsqueda de uno mismo, llega con más fuerza y a un público más amplio”.
Idéntica es la actitud del autor de Los Gondra –que, por cierto, aparece en la función a instancias del director de la misma, Josep Maria Mestres–. “Quien venga al teatro va a ver una saga familiar de una hora y cuarenta cinco minutos de duración. Cinco están dedicados a una salida del armario, y creo que hago mucho más normalizando esa situación en el contexto general que si dedicase toda una obra a eso, no resultaría efectivo en pleno 2017”. Es indudable que son cuestiones que les interesan, y mucho, hasta el punto que confiesan que pronto van a escribir una obra juntos: “En ella plantearemos un recorrido por la historia LGTB de nuestro país”, adelanta Fernando. Y Borja remata: “Nos vamos a lanzar de cabeza los dos. Ahí lo dejamos, por si lee esta exclusiva algún productor interesado”.
LA OBRA LOS GONDRA SE REPRESENTA HASTA EL 19 DE FEBRERO EN EL TEATRO VALLE-INCLÁN DE MADRID.
#MALDITOS16 SE REPRESENTA DEL 25 DE ENERO AL 5 DE FEBRERO EN LA SALA LA PRINCESA DEL TEATRO MARÍA GUERRERO DE MADRID.
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