Los dimes y diretes acerca de consumir leche son infinitos. Son muchas personas que la califican como especialmente beneficiosa para cuerpo humano, mientras que otros tantos afirman que su consumo es innecesario pasada la etapa de lactancia.
Hoy vamos a poner las cartas sobre la mesa y a destapar cinco grandes mitos sobre la leche gracias a Kaiku Sin Lactosa.
1. “La leche solo es beneficiosa para los huesos”
Por supuesto que el aporte de calcio de los lácteos es imprescindible a la hora de fortalecer los huesos, sin embargo, son los músculos los grandes beneficiados del consumo diario de lácteos. Estudios realizados con deportistas y personas muy activas físicamente demuestran que estos alimentos mantienen los niveles de energía del cuerpo al tiempo que ayudan a aumentar su masa muscular.
2. “El yogur dificulta las digestiones”
Este alimento hace que el proceso sea lo más liviano posible gracias a la acción de los probióticos. Además, es importante tener en cuenta los yogures con Lactobacillus, ya que ayudan a la correcta absorción de los nutrientes al equilibrar la flora intestinal.
3. “Un vaso de leche al día es suficiente”
Si bien es cierto que el aporte nutricional de un vaso de leche es reseñable, es importante doblar el consumo de leche o complementarlo con otro derivado lácteo, como los yogures o el queso. Con el objetivo de alcanzar la cantidad diaria recomendada, podemos introducir la leche en recetas en las que pueda sustituir al agua o consumir batidos como almuerzo o merienda.
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4. “Todos los productos sin lactosa son iguales”
Los productos sin lactosa están a la orden del día: ligeros, digestivos y para todos los públicos. Aunque debemos recalcar que no todos son iguales, y es que existen lácteos bajos en lactosa y lácteos sin lactosa. Los primeros tienen un contenido en lactosa inferior a su versión natural (desde 0’1g hasta 0’6g por cada 100ml frente a los 4’7 de la leche normal), mientras que la variante sin lactosa tiene un contenido inferior a 0’01g por 100ml, resultando más efectiva en la protección de las digestiones y en la sensación de ligereza proporcionada.
5. “Durante la toma de antibióticos no se debe consumir yogur”
Como tratamiento de muchas enfermedades, los antibióticos entran en escena actuando de manera agresiva contra las bacterias infecciosas y, de manera colateral eliminan las positivas encargadas del equilibrio de la flora intestinal. Consumir yogur ayuda a proteger y recuperar el intestino durante y después del consumo de antibióticos gracias a su contenido en bacterias saludables.