Este año la polémica está más que servida en los previos a Eurovisión. Cada año, la gala en la que elegimos a nuestro representante en el Festival de la Canción es el objetivo de todos los tuiteros que suelen criticar la precariedad que caracteriza a este tipo de programas. Sin embargo, este 2017 la organización ha ido más allá, y ha sido acusada de fraude por parte de todos los eurofans, e incluso de algunos sectores ajenos al concurso.
La elección de Manel Navarro como representante cosechó abucheos por parte el público presente –con corte de mangas del cantante incluido– y desaprobaciones de todos los que siguieron Objetivo Eurovisión desde casa. Por primera vez, el jurado profesional tuvo más peso que el público que había votado desde casa y que se había decantado por otra candidata: Mirela. Por tanto, fueron Virginia Díaz, Javier Cárdenas y Xavi Martínez –este último, locutor de Los 40 Principales, emisora que apoya a Manel Navarro–, quienes tuvieron la última palabra tras un empate entre los dos aspirantes.
Una supuesta agresión a Martínez, las continuas acusaciones de tongo, la ausencia de un jurado totalmente independiente e imparcial…. Todo esto ha llevado a la Unión Europea de Radiodifusión (UER), organizadora de Eurovisión, a investigar lo sucedido. A través de su cuenta oficial de Facebook, la UER ha comunicado que informarán de las novedades en cuanto tengan algo en claro. Habrá que esperar el veredicto de los organizadores, pero ahora mismo parece que la candidatura de Manel Navarro pende de un hilo, y que RTVE podría pasar a la historia como artífice de uno de los mayores desastres que se recuerdan en la historia del evento musical.
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