La madrileña plaza de Chueca y un sol primaveral dan la bienvenida a Pepa San Martín. La directora chilena acaba de cumplir 43 años y afirma que se encuentra en uno de los mejores momentos de su vida. Su ópera prima, Rara, no para de cosechar premios y buenas críticas allá donde va. Berlín, San Sebastián o Lisboa ya han premiado la maestría de San Martín a la hora de dotar a la película de una verosimilitud poco habitual en el primer trabajo de un cineasta. Lejos de ser una simple cinta con trama LGTB, Rara se centra en las emociones, en la familia, en la adolescencia…. En definitiva, en lo humano.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo nació Rara?
PEPA SAN MARTÍN ⇒ La película está inspirada en un hecho real que yo seguí durante mucho tiempo sin saber que se convertiría en el tema de mi primera película. Desde el primer momento supe que quería crear personajes en los que se pudieran reflejar tanto los homosexuales como los heterosexuales. No me gusta la categoría ‘cine gay’. ¿Qué significa? Los personajes no sienten rabia gay o tienen risa gay. Por eso me limito a hablar de emociones reconocibles para todos. Es curioso porque yo crecí viendo el cine heterosexual y me he sentido identificada con sus personajes. Sin embargo, nunca había visto a un heterosexual sintiéndose identificado con un personaje gay. En Rara he querido traspasar eso, quería hacer una película que no solo fuera para el público LGTB, quería entrar en la casa de los que no son tan comprensivos, de los que dudan…
SHANGAY ⇒ ¿Sientes las responsabilidad como cineasta abiertamente homosexual de contar estas historias?
PEPA SAN MARTÍN ⇒ Siempre digo que yo hago cine porque le tengo pánico a las armas. El cine es mi arma. Un director de cine no es más que un comunicador, y para mí es una responsabilidad el mensaje que quiero abordar. Pero también tengo que enamorarme del proyecto, a mí me llevó cinco años hacer Rara, ha llegado a ser como una pareja, tengo que amarla, a veces la odio, a veces me canso y quiero dejarlo, después me vuelvo a enamorar… Por eso tengo que estar muy convencida con lo que hago.
SHANGAY ⇒ La película emociona pero de una manera muy orgánica… ¿No querías caer en el drama?
PEPA SAN MARTÍN ⇒ Tenía claro que quería cambiar el punto de vista, y salir de lo convencional, de lo que habría hecho Hollywood. Yo estaba cansada de ver películas de temática homosexual en las que nos pegan, nos quedamos solos, somos unos promiscuos o la mayoría de la trama ocurre durante la noche, de fiesta… Casi siempre hay drama, sufrimiento. Pero, por suerte, tanto yo como el mundo que me rodea no somos así. Yo no lo he pasado mal, tengo a mi familia, he tenido mis parejas y nunca me he sentido discriminada. Pero es obvio que no puedo negar que exista esa otra realidad, y por eso tengo la responsabilidad de hablar del tema cada vez que me ponen un micrófono.
“Celebraciones como el WorldPride son muy importantes, no podemos descansar ni decir que está todo hecho”
SHANGAY ⇒ Una de las bazas de Rara es su aplaudido reparto. ¿Cómo fue la elección?
PEPA SAN MARTÍN ⇒ Gracias al reparto hemos conseguido crear verdad y naturalidad. Siempre supe que lo más importante eran las niñas, si ellas no funcionaban la película no tenía sentido. Cuando fueron convocados los actores adultos, se les expuso que mi primera línea eran las niñas, y que todo lo demás estaba en segundo plano. Estuve seis meses para encontrarlas y una vez seleccionadas trabajé con ellas durante mucho tiempo. Creamos una memoria común: salíamos a ver exposiciones, al cine, al zoológico, a la piscina. Nos juntábamos en mi casa a aburrirnos también, que es una parte importante a la hora de crear vínculos. Y poco a poco fueron entrando el resto de actores. De esa manera logramos olvidarnos de la responsabilidad de hacer una película, porque jugamos a hacer cine. Si hubiese escogido a otras niñas habría hecho otra película, porque Rara es así porque ellas son las protagonistas.
SHANGAY ⇒ ¿Tenías claro desde el principio que la película iba a tener tan buena acogida?
PEPA SAN MARTÍN ⇒ En absoluto. Uno hace una apuesta y es fiel a su proyecto. Pero toda la repercusión ha sido una sorpresa. Es más, me ha hecho reflexionar mucho, porque en lugares como Berlín, donde se supone que nos llevan años de ventaja en derechos LGTB, me di cuenta de que la temática estaba a la orden del día: allí están viviendo el crecimiento de una nueva generación de hijos e hijas de familias homoparentales. Incluso en la India gané un premio a Mejor Película, y me pareció increíble; y es que lograron entender que los homosexuales pueden ser padres, tener familia y ser felices.
SHANGAY ⇒ ¿Sientes mayor presión a la hora de afrontar nuevos proyectos tras el éxito de Rara?
PEPA SAN MARTÍN ⇒ Es atroz [ríe]. Uno debería hacer solamente una película en la vida y vivir de eso… Me da miedo la repercusión de mis próximos proyectos, pero sin embargo creo que al haber hecho mi primera película a los 43 años, me lo tomo todo de otra forma. Soy y voy a seguir siendo fiel a mí, y creo en el derecho a equivocarse. Quizá mi próxima película no le guste a nadie, y no pasará nada, es un trabajo, no toda mi vida. Siempre agradeceré lo que me está dando Rara, he tenido premios de temática LGTB y otros netamente cinematográficos, he viajado, he conocido a gente interesantísima, he tenido la oportunidad de hablar de un tema que para mí es muy importante. El próximo proyecto ya se verá. Si me va bien estaré feliz, y si me va mal pues igual, ya intentaré hacer la tercera con más esfuerzo.
“La sociedad avanza más rápido que los políticos”
SHANGAY ⇒ El caso real que inspiró la película ocurrió hace 12 años. ¿Cómo es la situación actual del colectivo LGTB en Chile?
PEPA SAN MARTÍN ⇒ Ese caso abrió de alguna manera la puerta de hablar de lesbianismo y maternidad. En los últimos años se ha avanzado mucho. Tenemos parejas de hecho LGTB y, teniendo en cuenta que no tenemos ley de aborto y que contamos con una ley de divorcio desde hace solo cuatro años, es algo muy destacable. Chile es un país con una gran influencia de la Iglesia católica, y que vive en democracia desde hace 30 años pero bajo la constitución que hizo el dictador. Ya con ese panorama cualquiera puede entender más o menos la estructura de mi país. Creo que, en general, la sociedad avanza más rápido que los políticos.
SHANGAY ⇒ En España estamos viviendo un aumento de las agresions homófobas. ¿Cómo ves esto viniendo de fuera?
PEPA SAN MARTÍN ⇒ Es curioso porque el otro día iba paseando con una amiga por la calle Toledo en Madrid y, de repente, un chico negro me gritó “maricona”, y eso nunca me había pasado. Por cosas como esta digo que esto es un camino que está empezando, aún queda mucho recorrido y tienen que venir nuevas generaciones que consigan aportar normalidad. Por eso es importante que se celebre el WorldPride o los festivales de cine LGTB, la visibilidad en general… No podemos descansar ni decir que ya está todo hecho.
SHANGAY ⇒ ¿Crees en un futuro en el que no haya que contar este tipo de historias?
PEPA SAN MARTÍN ⇒ Es difícil, si hacemos una comparación con el racismo, llevamos décadas de lucha y aún en 2017 sigue latente. O si miramos los derechos de la mujer, todavía tenemos que luchar a diario. El colectivo LGTB tiene mucho trabajo por delante, no todo va a cambiar de un día para otro. Creo que no voy a vivir un mundo en el que la diversidad sea respetada. Yo soy parte del proceso, y antes de mí ya estuvo una generación aún más reivindicativa. Mi objetivo ideal sería llegar a vivir en diferencia, porque no tenemos que ser iguales, ¿iguales a quién? Vivamos en diferencia. Yo quiero ser diferente, pero con mis derechos.
LA PELÍCULA RARA SE PROYECTA EN CINES.
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