Nos queremos hacer eco de la opinión de un redactor de BuzzFeed, Jordi García, sobre cómo viven los homosexuales el sexo. El artículo cuenta su experiencia personal y las conclusiones a las que llega sobre cómo se nos ve a los gays respecto a las relaciones sexuales.
Exponemos sus reflexiones a continuación.
Los hombres gays hemos adoptado la cultura del sexo de una forma que escandaliza al resto de la sociedad. Jordi García afirma que los motivos por los que vivimos el sexo de forma distinta a los heterosexuales va “desde la utilización de la sexualidad como arma irreverente en la lucha por la liberación y contra la heteronormatividad; hasta una concepción del sexo totalmente alejada del dogma heterosexual-religioso que le confiere una función primordialmente reproductiva”.
Hemos tratado de ponerles etiquetas a todas y cada una de las prácticas sexuales que realizamos, ya sabéis que no son pocas. Así podemos expresar cómodamente nuestros gustos con códigos que son entendidos dentro del colectivo gay.
Durante años, era imposible llevar a la realidad las fantasías del amor romántico y cubrir una función social como casarnos, tener hijos y disfrutar tranquilamente de un hombre. Había una opresión en la que había que ocultar muchas cosas para poder convivir con el resto de la sociedad.
Tras la libertad de la que gozamos los homosexuales en España en la actualidad, para los heterosexuales hemos sido “etiquetados como promiscuos”.
A esto le tenemos que sumar algo tan triste como que a los gays se nos relacione con el auge del VIH. ITS y promiscuidad, los ingredientes perfectos para ser vistos como un peligro y amenaza sexual, tan solo por disfrutar y divertirnos con nuestra sexualidad.
No vivimos el sexo de una manera extraña; que seamos vistos de una manera distinta es la consecuencia de la opresión vivida durante décadas y la posterior libertad con la que se goza del sexo: “El acto en sí mismo es, en realidad, algo a lo que tienes derecho. Derecho a disfrutarlo todas las veces que quieras, de todas las formas que quieras y sin sentirte mal por ello”.
¿Quién dice con cuantos tíos te tienes que acostar para ser promiscuo o no? ¿Existe una cifra para determinarlo? El ser promiscuo o no depende de la persona, y desde luego no de la condición sexual. En nuestros días hay demasiados clichés sobre los homosexuales, pero no quiere decir que estos sean verdaderos.
Sigamos disfrutando de nuestras libertades, siendo promiscuos o no, pero desde luego no dejemos que nos etiqueten de manera negativa por vivir como nos da la gana.