Anoche tuvo lugar la entrega de los Premios de la Música Independiente (MIN) en el céntrico teatro Nuevo Apolo de Madrid. Por allí se dejó ver lo más granado de la escena independiente (y no tan independiente) de la música española, entre los que destacaron Amaral y Vetusta Morla; y hasta Íñigo Errejón hizo acto de presencia. La gala, que celebraba ayer su novena edición, fue conducida por la cantante Zahara.
La responsable de Santa fue la perfecta maestra de ceremonias de una noche que tuvo nombre propio: Triángulo de Amor Bizarro. La banda gallega arrasó llevándose cuatro galardones, entre los que estaban el Premio Radio 3 al Mejor Artista y el Premio Flooxer al Álbum del Año. Otro de los grandes premios fue a caer a manos del grupo Viva Suecia, que conseguía el Premio Fundación SGAE a la Canción del Año por su tema Bien por ti. El momento emotivo de la velada tuvo lugar cuando la recientemente fallecida Gata Cattana se alzaba con el Premio Altafonte al Mejor Artista Emergente. El galardón fue recogido por sus familiares, que aprovecharon para agradecer el apoyo recibido y recordar a los asistentes que Cattana siempre estará presente gracias a su música. Tras este gran homenaje, Las Bistecs tomaban el escenario del Nuevo Apolo con su hit Señoras bien, por el cual ganaron el Premio Sol Música al Mejor Videoclip, dirigido por Carla Moreno. “Que ganemos un premio es señal de que algo va mal. Gracias a crítica y público por su mal gusto”, dijeron las embajadoras del electro disgusting cuando subieron a recoger su premio. Kase O. (Mejor Álbum de Hip Hop y Mejor Fotografía Promocional), El Guincho (Mejor Grabación de Electrónica) o la desaparecida Paloma Chamorro (Premio de Honor) también figuraron en la lista de premiados.
Inma Grass, actual presidenta de la Unión Fonográfica Independiente, tuvo en su discurso la oportunidad de dar algunos datos alentadores para la industria musical española, entre los cuales destacaba el aumento del número de suscriptores a plataformas de streaming musical. No dudo tampoco en pedir un espacio de música en la parrilla televisiva, algo que la televisión española necesita de forma inmediata. “¡Si hasta hay un programa de toros!”, reprochaba Grass.