Al menos 22 personas han muerto, entre ellas varios niños, y 59 han resultado heridas tras la explosión de una bomba en el Manchester Arena. A las 22’33, hora en la que terminó el concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande, al que habían acudido cerca de 20.000 personas, un hombre hizo estallar una bomba que llevaba consigo en la parte exterior del vestíbulo del recinto, un área pública según indica la organización del espectáculo.
Las fuerzas de seguridad están tratando el incidente como un atentado terrorista e investigan si el suicida actuó por cuenta propia o recibió apoyo de algún tipo.
Grandes personalidades del mundo de la política, la cultura y, sobre todo, la música internacional ya han manifestado sus condolencias a las víctimas y han condenado el terrorismo a través de sus redes sociales. La propia Ariana Grande, que ha ya cancelado el resto de su gira mundial que tenía parada en Barcelona, ha publicado un mensaje en el que confiesa que está destrozada y sin palabras tras lo ocurrido.