CAMISETA AUSSIEBUM
José Ygarza va a dar mucho que hablar. Tras unos años dedicado al deporte y al baile –en concreto al break dance–, el joven actor albaceteño de 32 años lleva dos volcado al cien por cien en su faceta interpretativa, y ya es uno de los nombres habituales de la escena teatral madrileña. Solo hay que mirar todos los proyectos en los que ha estado involucrado este último año para ver que el balance de esta corta carrera es más que positivo. Aparte de presumir de un físico envidiable, Ygarza llama la atención por su cercanía y humildad. El actor no para de empalmar obras teatrales, desde microteatro hasta otras de gran formato. Y el ritmo parece no decaer. “Ha venido un proyecto tras otro, sin parar. Todos son muy diferentes entre sí, y de todos ellos he sacado cosas muy positivas”, nos cuenta ilusionado en esta entrevista.
“Ojalá el teatro esté en todos los días de mi vida, porque me queda muchísimo que aprender. Es increíble cómo esta profesión te aporta tanto a nivel profesional y personal; cada personaje, cada obra, cada elenco es una oportunidad nueva para aprender y crecer como persona”. Siempre había querido dedicarse al mundo de la interpretación, pero nunca veía el modo de hacerlo: “Lo veía muy lejano, no tenía contactos en este mundillo. Vengo de una familia humilde y no tenía ni idea de por dónde empezar”, nos cuenta. Como hemos apuntado, sus primeros pasos profesionales estuvieron dedicados al mundo de la danza y el deporte. De este último pasó al mundo de la moda, y a partir de ahí, vio la oportunidad perfecta para dar el salto a la escena.
Un curso de interpretación le bastó para confirmar que su verdadera pasión no se encontraba en ninguno de los mundos en los que se había movido. Después de aquel primer contacto, comenzó una carrera en la que ha ido enlazando proyectos. “No hay nada imposible, y uno va viendo que con esfuerzo y dedicación todo va saliendo. A veces tardan más, pero acaban llegando”, cuenta orgulloso.
“NO HAY NADA IMPOSIBLE, Y UNO VA VIENDO QUE CON ESFUERZO Y DEDICACIÓN TODO VA SALIENDO”
Y tanto que llegan: hemos sido testigo de ello. Mientras realizábamos este entrevista, nos contaba sus deseos de dar el salto a la ficción televisiva o al cine, tras este tiempo dedicado al teatro al cien por cien. Fue en ese momento cuando recibió una llamada en la que le ofrecieron su primer trabajo en el mundo de la televisión como parte de la serie Yo quisiera de Divinity, donde interpretará a un personaje temporal durante una serie de episodios.
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BAÑADOR AUSSIEBUM
Por supuesto, va a por ello. Y es que José Ygarza es todo un apasionado de los retos, tal y como pudimos comprobar en Gallina, uno de sus últimos trabajos en las tablas, que tras arrasar en Argentina llegó a La Tabacalera de Madrid de la mano de Rafael Amargo. Esta obra, “que ha sido un aprendizaje desde el principio”, fue preparada en apenas 19 días. Este proyecto también cumplió una función social, e incorporó en su elenco a seis personas en riesgo de exclusión, algo que subió el nivel de dificultad de los (poquísimos) ensayos. “Cosas así te hacen banalizar la profesión y poner los pies en la tierra, porque estuvimos trabajando con personas que no tienen nuestro mismo lenguaje, para las que esto era algo pasajero. Fue muy bonito estar con un elenco tan diverso, y ver cómo el teatro les ayudaba a encontrar un camino mejor. Lograr integrarse en la sociedad gracias al arte”.
“POR FIN HE ENCONTRADO LO QUE ME LLENA DE FORMA PLENA. ESTOY SEGURO DE LO QUE ESTOY HACIENDO”
Este reto social y teatral lo ha compaginado con otro, también crucial para un actor: el microteatro. Se estrenó en el formato este año con Paraíso, una obra dirigida por Jorge Roelas, donde se metió en la piel de Adán. Se trata de una comedia que refleja el momento de la Creación de forma onírica, y que está protagonizada por dos personajes: Dios, como representante de la sensatez y la madurez, y Adán como reflejo de la ambición y la ingenuidad. “El microteatro siempre me ha llamado la atención, y este año por fin ha llegado la oportunidad de trabajar en él. Te da muchísimas tablas. Lo sientes todo, hasta si algún teléfono está vibrando entre el público. Esto hace que aprendas a concentrarte mucho en el texto y a tomar al público como una parte más de la obra. Son tus compañeros de escenario”.
BAÑADOR AUSSIEBUM
No es muy descabellado imaginarse a José Ygarza como el idílico Adán que habitó el paraíso, aunque su cuerpo esté más cerca de lo hercúleo que de lo mundano. Para el actor esta virtud es, muchas, veces, “un arma de doble filo, porque hay gente que se queda con lo superficial y no ve que detrás hay un trabajo, un esfuerzo y muchas decisiones. En esta profesión, las decisiones que tomes son cruciales. Puedes acabar en un sitio totalmente contrario dependiendo del camino que elijas. Y eso hay quien no lo valora, te ponen la etiqueta y cuesta mucho quitársela”, señala. El lado bueno de un cuerpo tan trabajado está claro: “Si un actor se cultiva como profesional y como persona, el físico siempre suma. Es una gran ayuda”.
Insiste Ygarza en que es un gran apasionado del deporte, y nos cuenta que no ha parado de moverse en este mundo desde que cumplió 12 años: “Para mí es una necesidad pura y dura. Me encanta cuidarme y no concibo otra forma de vida. Aparte de leer, viajar o ir al teatro, el deporte es uno de mis principales hobbies. Necesito como mínimo una hora diaria para desconectar y desahogarme, da igual el que sea: boxeo, natación, atletismo, cualquier cosa. Bueno, menos el fútbol, que acabó por aburrirme”, puntualiza entre risas. En cuanto a cuidados y rutinas dietéticas, destaca que “es muy importante cuidar la alimentación durante todo el día, e intento no cenar demasiado”.
Junto con el rodaje de Yo quisiera, que le acaba de surgir, formará parte de una obra que verá la luz en 2018 basada en la vida del actor porno gay Erik Rhodes, una de las grandes estrellas en los 80 de la mítica productora Falcon Studios. Y es que Ygarza se encuentra en el camino correcto. “Por fin he encontrado lo que me llena de forma plena. Estoy muy seguro de lo que estoy haciendo, he tenido que dejar muchas cosas atrás para poder estar donde estoy hoy”.