Ahora que tenemos a un golpe de click todo el sexo y desnudos que queramos, cuesta comprender el papel que jugó en la España de la transición una revista como Party, que apareció en abril de 1977 y se convirtió en un pionera a la hora de ofrecer contenidos directamente al público gay. Y de mostrar de manera explícita desnudos masculinos, hasta entonces un tabú más allá del universo pornográfico.
Valeria Vegas –que escribe ocasionalmente en nuestra web– y Juan Sánchez, documentalistas e historiadores fascinados por la evolución de la cultura gay y transexual en nuestro país, han recopilado imágenes y contenidos de Party para dar forma a un libro que sorprenderá a muchos. Una iniciativa de Los doscientos, un proyecto editorial creado por Rafael Doctor y nuestro colaborador habitual Guillermo Espinosa basado en una original variante del crowdfunding, y solo doscientos benefactores que hacen posible las ediciones, y las atesoran. Aunque en esta ocasión sus editores se están planteando hacer una pequeña edición para poner a la venta, de la que esperan poder informar en breve.
“Publicar desnudos integrales masculinos, cuando el hombre español aún no admitía ser objeto erótico, supuso un acto de liberación homosexual”
Vegas y Sánchez han buceado en los ejemplares de Party y se han enfrentado a este proyecto desde una perspectiva histórica, pero también estética y, cómo no, kitsch. “Recabamos información sociológica de aquellos años y damos un paseo por la estética de los setenta y los ochenta”, explica Juan. “La perspectiva kitsch tenía que estar por fuerza, porque no es una revista que destaque por la calidad fotográfica de sus reportajes, que eran baratos y descuidados… Pero eso es parte de su encanto”. Valeria añade: “Al final, es un ejercicio antropológico, porque se pueden analizar muchas cosas en una sola página”.
Los desnudos masculinos se convirtieron en el gran reclamo de esta revista que, además de dar cotilleos y noticias del mundo del espectáculo, comenzó a hablar del mundo gay, de las travestis de la época… y comenzó a apostar fuertemente por el destape masculino. “Fue la primera en publicar desnudos integrales masculinos, en un momento en que el hombre español aún no admitía de buena gana ser objeto erótico”, recuerda Sánchez. “De alguna manera supuso un acto de liberación homosexual, porque se sabía que esas imágenes iban destinadas mayormente a un público masculino”. Vegas va más allá: “La visibilidad estaba en el desnudo, y no todo iban a ser féminas desnudas en pleno destape”.
Con la perspectiva del tiempo, Party nos enseña mucho sobre el mundo gay español de décadas atrás. “Se movía a caballo entre un estilo chabacano y una visión progresista y comprometida”, asegura Sánchez. “Y se reivindica a muchas figuras del espectáculo de antaño, que en ocasiones habían sido denostadas por su vinculación homosexual, como sucedía también con los primeros transformistas”, recuerda Vegas. “La homosexualidad y la transexualidad tenían un hueco que en otros medios estaba reservado a las noticias puramente escabrosas. El término ‘transexual’ apenas se utilizaba, con ‘travesti’ se englobaban mil cosas –y a día de hoy sigue ocurriendo–. La intención era buena, aunque a veces el resultado fuese camp. Dándole voz a ellas se iba abriendo camino”.
Juan habla también de cómo se empezó a dar voz a muchos homosexuales. “Los lectores participaban en secciones como la de contactos o su consultorio, y se empezó a hablar abiertamente de lugares donde ligar y de locales de ambiente. Abrió un mundo de posibilidades para muchos gays es España, sobre todo para el público de provincias”.
“El tabú que rompió esta revista, con espléndidos desnudos masculinos, vuelve a existir”
Fuesen de donde fuesen sus lectores, todos coincidían en celebrar la reivindicación del desnudo masculino que se empezó a proponer desde sus páginas, rompiendo un tabú histórico. Fueron actores poco conocidos y modelos anónimos quienes dieron el paso de ofrecer desnudos integrales, y ese se convirtió en el principal gancho de Party. Juan Sánchez se lamenta de que su propuesta no sentara escuela, sin embargo.“El tabú que rompió esta revista, con espléndidos desnudos masculinos, vuelve a existir más allá de la pornografía. Miré en un quiosco hace unos días y el único chico con poca ropa que vi fue en la portada de Men’s Health”.
Valeria reflexiona: “Es una cuestión de erección. ¡Tenemos que aprender a admirar un pene flácido!”. Si este libro servirá o no para despertar la lascivia del lector dependerá de la intención con que se acerque a él. “Y de sus gustos”, apunta Vegas, “porque hay muchachos para todos los gustos. A mí me acaban llamando más la atención los peinados, las poses y los decorados. Aunque he de confesar que mientras maquetábamos el libro, dos o tres me hicieron suspirar”. Sánchez coincide. “Algunas páginas las hemos elegido porque los personajes retratados nos parecen especialmente sexys. Vamos, que nos ponían… Esperamos que a los que se hagan con el libro les pase lo mismo”.
EL LIBRO PARTY SE PUBLICA EL 25 DE JUNIO. MÁS INFORMACIÓN: [email protected]