Pocas mujeres se sienten tan orgullosas –nunca mejor dicho– como Carla Antonelli cada vez que habla de igualdad y derechos LGTB. Consciente de que queda mucho camino por recorrer, aprovechamos el inicio del WorldPride para repasar con la diputada socialista cómo ha cambiado Chueca en los últimos 30 años. Con mención especial a su querido Pedro Zerolo, reivindica que la manifestación no está reñida con la fiesta, y explica el efecto positivo del barrio gay sobre la ciudad entera.
SHANGAY ⇒ Cierra los ojos y cuéntanos qué recuerdas de la Chueca de hace 25 años…
CARLA ANTONELLI ⇒ Y 30 camino de los 35 [risas]. Un sitio oscuro con olor a pis, sin luz, el centro neurálgico de la droga, un sitio peligroso…, había que pensárselo dos veces antes de ir. Recuerdo que por aquella época se abrió en plena Plaza de Chueca el Sacha’s, que empezó como bar pero luego introdujo espectáculos transformistas. A la salida siempre nos jugábamos un poco la vida… Así eran Chueca y sus clubes.
SHANGAY ⇒ ¿Cuáles fueron tus primeros pasos en Madrid en lo que a la lucha por los derechos LGTB se refiere?
CARLA ANTONELLI ⇒ Cuando llegué a Madrid fui a un local que, creo recordar, se llamaba Montecristo; pertenecía a Goya la Mula, un showman de la compañía Incógnito con el que había trabajado. No conocía a nadie en la ciudad, ahí empecé a hacer migas con la gente y, de hecho, allí se gestó la que para mí es la primera manifestación legal por los derechos LGTB hace ya 40 años. Bajó por el paseo del Pintor Rosales por delante del Templo de Debod, la gente nos miraba sin participar y era un poco caos todo… Pero bueno, era la época.
“Las manifestaciones no han perdido el poder reivindicativo”
SHANGAY ⇒ ¿Crees que el Orgullo ha perdido ese gen reivindicativo y ya solo se centra en lo lúdico?
CARLA ANTONELLI ⇒ Para mí, las manifestaciones no han perdido el poder reivindicativo. Lo que pasa es que se ha enriquecido porque entra en juego el poder festivo. La visión también es la que nos dan los medios de comunicación, aparte de proyectar la pancarta con toda la gente de la política, sindicatos y colectivos, enseguida se va a hacia la fiesta, y la marcha, que es más vistosa. En ese sentido, yo no tengo ningún problema: es una ‘manifiesta’. A principios de los 90 empezaron a salir las carrozas y, poco a poco, aquello fue cogiendo otra dimensión más lúdica. Pero, al fin y al cabo, estamos hablando de una efeméride, y está bien que se celebre. Y siempre está ese lema, esa pancarta por los derechos, los transexuales, el matrimonio… No es simplemente un “viva la fiesta”…. Cuando comenzamos éramos puramente reivindicativos para derogar la Ley de Peligrosidad Social, fíjate si había trabajo que hacer en ese sentido…
SHANGAY ⇒ ¿Ha perdido Chueca fuerza como núcleo del colectivo gay en Madrid? ¿Es eso positivo o negativo?
CARLA ANTONELLI ⇒ Chueca fue como un virus que contagió todo Madrid poco a poco, y por lo tanto hablamos de un espacio que siempre ha sido necesario. Y a las voces que dicen lo de los guetos…, bienvenidos cuando son el único espacio donde hay total libertad, y si propicia la apertura del respeto a la diversidad por orientación o identidad sexual. Luego se ramificaría por la calle Hortaleza, Gran Vía…
SHANGAY ⇒ ¿Qué anécdota se te viene a la cabeza una vez comenzó a normalizarse la situación y Chueca comenzó a ‘expandirse’?
CARLA ANTONELLI ⇒ Me queda el recuerdo, a principios de los 90, de dos chicos en Plaza España que se despidieron con un beso, y pensé: “Esto se extiende”. ¡Y por la glorieta de Embajadores igual! Y eso es lo maravilloso, bienvenidos lo lugares que han sido germen para convertir la capital en un referente mundial en estos temas.
SHANGAY ⇒ Donde sigue quedando mucho trabajo por hacer es en el apartado de agresiones homófobas. Madrid registra unos datos escalofriantes en 2016, pero hay voces que apuntan a que se está perdiendo el miedo a denunciar…
CARLA ANTONELLI ⇒ La verdad siempre está en el medio. Antes se denunciaba menos, pero en parte porque ibas a comisaría y te decían que la cosa no iba a prosperar… A mí misma me ha pasado en los 8 Ahora ha calado la percepción de que la agresión homófoba es denunciable y que incluso provoca detenciones. Pero también hay un aumento de agresiones porque, a mayor visibilidad…, más estamos en el centro de la diana. Y siempre que hay una situación de crisis y descontento social, se buscan cabezas de turco y pagan los más estigmatizados históricamente. Lo que pretenden es empujarnos hacia atrás y que volvamos a estar debajo de las piedras y dentro de los armarios, pero no lo van a conseguir.
“Que Madrid durante el WorldPride se coloree con el arcoíris y la libertad, y que sea un grito a ella”
SHANGAY ⇒ ¿Qué echas de menos de la primera Chueca que conociste? Supongo que es inevitable el recuerdo a tu gran amigo Pedro Zerolo…
CARLA ANTONELLI ⇒ Tantas y tantas personas que conocí. Se me han quedado por el camino un rosario de nombres y apellidos. Y por supuesto, mi compañero Pedro Zerolo. En la foto que tengo en mi casa, que reconozco que me costó cuatro meses volver a colocarla en el salón, estoy con él en la Plaza de Chueca mirando hacia el infinito. Pedro es Chueca. Y oye, si algo también echo de menos, son los 20 años que tenía en ese momento [risas].
SHANGAY ⇒ ¿Qué sientes cuando echas la vista atrás y ves la evolución del trabajo en Chueca de personas como tú?
CARLA ANTONELLI ⇒ Mucha motivación y orgullo de ver lo que fue y en lo que se ha convertido. Chueca tiene que seguir siendo bandera de nuestras reivindicaciones. Por más que hayan pretendido silenciarlas, hay que seguir siendo ejemplo de visibilidad y contagio de una ciudad que ahora es símbolo del respeto al respeto.
SHANGAY ⇒ Ya sabes que este año Madrid celebra el WorldPride y la ciudad entera se volcará con el evento… ¿Qué mensaje esperas que transmita todo el que se eche a la calle?
CARLA ANTONELLI ⇒ Con letras gigantes: Madrid capital mundial del Orgullo LGTBI. Que Madrid se coloree con el arcoíris y la libertad, y que sea un grito a ella. También que sirva como homenaje a la primera manifestación por los derechos LGTB de 1977 y a la Ley de Identidad de Género, que cumple 10 años, y otras efemérides. A seguir sintiéndonos orgullosos del camino recorrido y defendiendo con uñas y dientes todo lo que queda por delante.