El republicano Dan Patrick presentó, a principios de este año, un proyecto de ley que obligaría a los transexuales a usar en ese estado los baños públicos que correspondan “al sexo de su partida de nacimiento”, no a su identidad de género. Esta ley obliga a que las personas transgénero usen los baños de las escuelas públicas, edificios gubernamentales y universidades públicas en función de su “sexo biológico”.
El grupo de negocios privados más grande de Texas lanzó una masiva campaña de medios el jueves pasado en oposición a la llamada Ley de baños, la cual está siendo considerada en una sesión especial que empezó el martes. La organización Texas Association of Business ha invertido millones de dólares en esta campaña con la esperanza de eliminar esta ley. La asociación se ha opuesto a esta medida ya que, afirma, sería muy negativa para los negocios del estado por su contenido discriminatorio: “Habría consecuencias económicas terribles”.
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Esta semana, vimos cómo una mujer transexual de Texas publicó una fotografía en Instagram al lado del gobernador del Estado de Texas, Greg Abbott, donde aparecen sonriendo a modo de protesta contra esta ley.
La joven se identificó a sí misma en la imagen como una “mujer trans”, y la publicó en su perfil de Facebook acompañada del hashtag #BATHROOMBUDDY (amigo del baño). Tituló la imagen con la pregunta no exenta de guasa: “¿Cómo sabrá la Policía del Orinal que soy transexual si el Gobernador no se dio cuenta?”. La imagen se volvió viral enseguida.
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