“Nicola es la persona más importante ahora mismo en mi vida. Estamos juntas desde hace 22 años, llevamos casadas un año y pico y me ha perdonado”. Así confesaba en RTVE la judoka Miriam Blasco, medalla de oro en Barcelona 92, cómo su vida personal –además de la deportiva– cambió radicalmente después del mayor evento jamás organizado en nuestro país. Su rival en aquella final, la británica Nicola Fairbrother, es la persona con la que comparte cada día desde hace más de dos décadas.
Como anécdota, cuenta que en su boda decidieron intercambiar el metal de las alianzas, y en este caso la plata fue para la vallisoletana. Retirada de los focos desde hace mucho tiempo, Blasco ha querido rememorar cómo fue aquel momento junto a la periodista María Escario, y de paso, aportar su granito de arena en lo que a la visibilidad LGTB en el deporte se refiere.