Pudimos ver hace unos días cómo la organización ultraconservadora Hazte Oír presentaba la avioneta con la que pretendían sobrevolar la costa mediterránea, según su presidente, Ignacio Arsuaga, “para concienciar a los españoles sobre una ley totalitaria que presentó Podemos, una Ley mordaza LGTBI”.
Lo que presentó la organización como su “bus aéreo” no puede volar por varias razones. La primera: lleva abandonado en el aeródromo desde 2005 y su propietario llevaba ya cuatro años sin pagar la tasa de hangaraje. La segunda: no tiene matrícula, algo imprescindible para poder volar, de acuerdo con el Real Decreto 384/2015, de 22 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento de matriculación de aeronaves civiles, así como la bandera de nacionalidad, que también es obligatoria. Y la tercera: al avión le falta un cono aerodinámico en el eje de la hélice y a la vista queda toda la tornillería oxidada. El plexiglás que cubre la cabina de vuelo estaba traslúcido en lugar de transparente, denotando el desuso y un largo tiempo de exposición al sol.
El presidente de Hazte Oír dijo: “Es un avión de atrezo, lo único que han hecho es vinilarlo, pero ni de broma podría salir a volar en esas condiciones. Está para el desguace, y ahora mismo no podría ni rodar por sus propios medios por la plataforma”.
Todo esto demuestra que, aun sabiendo que este proyecto no saldría adelante, la intención desde el principio no ha sido otra que generar polémica y discusión. Personajes públicos no se han quedado con las ganas de decir algo al respecto. Jordi Cruz, el presentador del programa de manualidades Art Attack, ha publicado un tuit que ha revolucionado las redes.