1. En busca de la innovación musical
Pese a que en la última década haya estado siguiendo modas en vez de creándolas (incluso de forma tardía, como cuando se subió al carro del sonido Timberland con su disco Hard Candy), Madonna siempre se ha caracterizado por incluir en mundo del mainstream nombres que venían de sitios bastantes diferentes al habitual mundo de la música pop. Desde Patrick Leonard, artífice de clásicos como Like A Prayer o La Isla Bonita, y William Orbit (responsable casi en su totalidad de Ray Of Ligth) hasta otros totalmente underground como el británico Sophie, con quien unió fuerzas en Bitch I’m Madonna , o Nellee Hooper, productor habitual de Björk y que supuso la primera incursión en mayusculas de Madonna en el mundo de la electrónica con Bedtime Stories (escrita por Hooper y la propia Björk).
Un puñado de nuevos sonidos y productores noveles podrían marcar una nueva etapa en la carrera de la artista, que siempre ha estado abierta a giros y reinvenciones que, pese a ser muy arriesgadas en algunos casos, han acabado por otorgarle el estatus que hoy en día tiene y que no puede perder.
2. Una artista en plena forma
Como ya hemos dicho en la página anterior, Madonna siempre se ha caracterizado por no dormirse en los laureles y estar siempre al acecho de nuevas modas. Su don para convertir en oro todo lo que toca es algo innato (como muestra de ello, su incursión en el mundo del voguing). Y no solo musicalmente hablando: la cantante tiene un estado físico que más de dos envidiaremos cuando lleguemos a su edad. Pocas artistas más jóvenes que ella consiguen realizar las coreografías que sigue subiendo al escenario la reina del pop en sus giras. Es cierto que el paso por el cirujano ayuda, pero también lo es que la edad no perdona, algo que en Madonna parece no cumplirse. O eso, o tiene un pacto con el diablo.
3. Una leyenda viva
David Bowie, George Michael, Michael Jackson e incluso su querido Prince. Todos desgraciadamente han fallecido. Pese a tener todavía con nosotros a muchos artistas que son historia viva de la música, pocos pueden presumir de ser un icono y un referente para las generaciones de cantantes que vinieron después como puede hacerlo ella.
No hace falta nombrar todos los cantantes que se han ‘inspirado’ en la obra de Madonna, pues las referencias, homenajes y plagios son infinitos. Por todo ello, tiene más que excusas (y el compromiso con sus fans) para seguir siendo toda una leyenda viva y vigente en las listas de éxitos mundiales.
Otras razones por las que Madonna debe seguir reinventándose, pasa página
4. La reinvención hecha mujer
Su longeva carrera plagada de éxitos avalan su trayectoria, pero su poder para reinventarse y resurgir de sus cenizas también es algo característico de la diva. Irrumpió como una chica alocada en los 80s el siglo pasado, que pasó a convertirse en un mito erótico al inicio de los 90s, era que llegó a su fin cuando la artista fue madre y dio paso a la etapa más experimental de su carrera.
Tres discos (Ray of Light, Music y American Life), le bastaron para dar carpetazo a ese lado más íntimo y postularse como reina de las pistas de baile de la mano del productor de Stuart Price con Confessions On A Dance Floor, su último gran éxito a nivel comercial y mundial. Lejano queda ya aquel año 2005 en el que Madonna resurgía tras ser bapuleada con American Life y reinaba las listas de éxitos enfundada en lentejuelas, con melena pelirroja y al ritmo de Hung Up. Sea cuál sea el estilo de música que elija para dar un nuevo giro a su carrera, la cantante se mueve como pez en el agua en él y logra convertir en icónico lo que nadie podría esperar de ella (ahí está su look de geisha o sus trajes de torera utilizados en la era Rebel Heart). ¿Cuál será el próximo paso de la reina del pop?
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5. No hay giras como las de Madonna
No es que sea algo que digamos nosotros cegados por nuestro lado fanático, sino que los números también avalan que el éxito de Madonna ha roto las listas de éxitos. Marcó un antes y un después en el año 1990 con Blond Ambition Tour, su aclamada tercera gira mundial –que le sirvió para actuar por primera vez en nuestro país con un Vicente Calderón lleno hasta la bandera– y que por su espectacularidad e innovación estableció un patrón a seguir por el resto de artistas pop. Pero no todos son logros pasados, pues la cantante puede presumir de tener la gira más recaudación por una artista femenina en la última década gracias al MDNA Tour, superando su propio récord, que había conseguido con Sticky & Sweet.
Un despliegue sin igual de tecnología, coreografías, referencias culturales, controversia y un set-list lleno de éxitos cosechados a través de tres décadas de continua actividad son más que garantía para que asistir a un concierto de la reina del pop sea siempre sinónimo de gran acontecimiento.