Por primera vez un árbitro sale del armario públicamente en el fútbol profesional inglés. Se trata de Ryan Atkin, un joven inglés de 32 años que ejerce como colegiado desde 1999 y que será el cuarto árbitro en varios partidos de la Premier League de esta temporada 2017-2018. También ejercerá como colegiado principal en categorías inferiores.
El muchacho –que vendría a ser el Jesús Tomillero de la liga de futbol inglesa– ha dado esta exclusiva para el canal Sky Sports porque asegura que quiere abordar la homofobia en el deporte rey. «Ser gay no tiene ninguna importancia a la hora de arbitrar un partido de fútbol”, ha declarado. “Pero si estoy hablando de igualdad y diversidad, entonces tengo que decir que soy gay porque es relevante”.
Atkin confiesa que las campañas de inclusión LGTB en el deporte han cambiado para mejor el ambiente de los deportistas gays, lesbianas, bisexuales y transexuales. “La campaña de Rainbow Laces (Cordones arcoíris) ha sido muy importante”, explicó el colegiado sobre esta iniciativa en la que colabora junto a la FA (Federación Inglesa) y a la Premier League. “Hay un número creciente de apoyo al colectivo LGTB; y marcas deportivas importantes como Adidas y Nike están ayudando a trasmitir el mismo mensaje a un público más amplio en todo el mundo”.
Atkin está convencido de que estar fuera del armario le hará mejor árbitro. “Las personas que se sienten bien consigo mismas tienen mejores resultados en el trabajo, lo mismo sucede en el deporte profesional”. Ha continuado explicando que “los mejores árbitros son los que lo dan todo en cada partido, oficiando con personalidad, para tomar decisiones correctas”.
Sin embargo, admite que no sabe lo que le depara en el futuro. “Es un salto a lo desconocido. En el fútbol profesional inglés sabemos muy bien que no hay ningún homosexual declarado y que nunca ha habido uno entre los árbitros”. Espera que su salida ayude a promover la inclusión y a que otros deportistas se animen a dar el paso. “En el fútbol tenemos el deber de crear un ambiente donde todos podamos sentirnos cómodos”. “Está bien ser diferente y, cuando estemos realmente convencidos, avanzaremos» concluyó.