Entre las tribus indígenas y originarias de Norteamérica, las cualidades físicas y espirituales de lo sobrenatural aparecen representadas a través de un objeto mitológico capaz de encarnar el origen y la evolución del ser humano, así como sus lazos con el resto de especies animales. Ahora Totem, además de ser un monumental icono para toda una civilización, da nombre al último espectáculo con el que Cirque du Soleil aterriza en España, dispuesto a fascinar a uno de sus públicos más fieles con toda una amalgama de experiencias únicas para los cinco sentidos. Se trata del vigesimoctavo espectáculo producido por la compañía canadiense, estrenado en 2010 y con más de 5 millones de espectadores en todo el mundo. Su director, Robert Lapage, un enamorado de la cultura nativo-americana, es el encargado de plasmar todo el proceso simbólico, con escenas que abarcan desde un inicio anfibio de la vida hasta el sueño de surcar los cielos como un ave. Su teoría gira en torno a la capacidad de las personas para convertirse en cualquier animal, mientras se completa un viaje temático e inspirador. Los personajes evolucionarán a cada segundo y evocarán, entre otras figuras, a una tortuga gigante, punto de partida en diferentes culturas y siempre ligada a creencias religiosas, la magia y relatos fantásticos.
Todo ello sin perder las señas de identidad que Cirque du Soleil acumula en sus más de 20 años de carrera –con sedes permanentes, presencia en parques Disney y protagonismo en la producción de películas y documentales–, en una constante y sorprendente búsqueda de montajes inigualables. En esta ocasión, Totem cuenta con un elenco formado por 46 artistas, actores, músicos y cantantes, con proyecciones que acompañan cada movimiento en tiempo real, e integra fotografías de Guy Laliberté durante su ‘Poetic Social Mission’ a bordo de la Estación Espacial Internacional, para añadir un plus audiovisual a lo representado. La expectación vuelve a ser máxima.
Uno de sus protagonistas es el acróbata Louis-David Simmoneau, encargado de elevarse sobre un trapecio junto a su compañera Rosalie Ducharme durante un número que llevan dando forma desde hace tres años y que resulta ser de lo más atrevido. “Interpretamos a dos jóvenes adolescentes que encuentran el amor por primera vez”, explica. El canadiense pone énfasis en que “no se cuenta una historia cronológica, sino un conjunto de emociones que nos hablan sobre la evolución de la humanidad, y que están mezcladas entre diferentes acrobacias para que el espectador pase por diferentes estados”. A ello contribuye de manera fundamental la música, responsabilidad que recae sobre el director musical sevillano Alejandro Romero, único español dentro de esta ‘gran familia’, término que define a esta compañía a la perfección.
Además de destacar que “todo lo que se presenta en el show es muy auténtico”, Ale –diminutivo con el que es conocido en el mundillo– es consciente de que su papel requiere de una extrema concentración. “Tengo que estar dando órdenes a los músicos durante todo el espectáculo, y hay que ser muy preciso porque lo que ocurre cada día en el escenario es diferente al anterior. Así que, dependiendo de los números, hay que ir improvisando”, explica. Ese flexible directo, cargado de una gran dosis de adrenalina, no concede tregua alguna, lo que le obliga a tener una sutil y confesable compenetración con Simmoneau, entre otros. “Conozco de memoria los movimientos de todos los acróbatas, y sé asociar la música a cada uno de ellos. En el trapecio por ejemplo, Louis-David me hace señales con los dedos que me ayudan a la hora de ir con la música hacia un determinado lugar. Es estresante, pero muy gratificante cuando sale adelante”.
La satisfacción personal de formar parte de este ambicioso proyecto es común denominador en ambos, que han pasado por diferentes momentos antes de llegar a Madrid el 10 de noviembre –estarán también en Sevilla desde el 25 de enero de 2018 y en Barcelona desde el 23 de marzo de 2018– cargados de ilusión. “Empecé a trabajar en la creación de Totem en 2009”, recuerda Louis-David, “y por entonces tenía una compañera diferente a la de ahora. En un momento dado, optamos por salir de la compañía para vivir nuevas experiencias, hasta que ella decidió dejar la profesión. Luego encontré una nueva compañera… y nos pidieron volver, así que digamos que llevo un total de cinco años en el Cirque du Soleil, pero en dos etapas”. Para Ale Romero, Totem será su tercera experiencia dentro de una carpa de circo. “Participé en Saltimbanco y Varekai, y cada uno es diferente al anterior. Los compositores y el concepto cambian. A mí personalmente, con ocho compañeros en el escenario, esta es la creación que más me motiva hasta ahora sin duda. No me canso de Totem”. Todo un reto que vuelve a poner a prueba la versatilidad de sus integrantes. “He aprendido de cada uno de los artistas con los que he trabajado, y sus diferentes estilos me han servido de gran inspiración para trasladarlo al Cirque du Soleil. Trato de tener un abanico muy grande de posibilidades para adaptarlas sin traicionar el concepto original del espectáculo. Si Totem es un viaje, su música es otro viaje por todas la culturas”.
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UNA AUTÉNTICA FAMILIA
Cirque du Soleil es el claro ejemplo de cómo el roce se transforma en cariño. La cantidad de kilómetros que el equipo recorre en cada gira durante meses ha creado un sentimiento de grupo cohesionado sin fisuras, y que se antoja una de las claves de su éxito. “Pasamos mucho tiempo juntos y por supuesto que podríamos denominarlo ‘familia’. En la comunidad circense todo se vive más intensamente, necesitas confiar en la gente con la que trabajas porque se encargan de tu seguridad. Se crea una atmósfera especial que nos hacer ser más que amigos”, relata Simmoneau. Por su parte, Romero revive experiencias pasadas para poner en valor el grado de compañerismo dentro de la compañía. “He trabajado con otros artistas y otras bandas, y cuando acaba la gira cada uno se va a su casa, mientras que aquí estamos siempre juntos. Es una manera de trabajar muy peculiar, donde tienes que entenderte con todo el mundo. Los músicos somos de ocho nacionalidades diferentes, cada uno de su padre y de su madre, pero tenemos muy buen rollo y eso es vital”.
‘SPAIN IS DIFFERENT’
El idilio del público español con cada propuesta de Cirque Du Soleil ya es legendario. De hecho, Madrid fue elegida para el estreno europeo de Amaluna, uno de los últimos montajes que pasaron por la capital. Dentro del equipo también son conscientes de este cálido romance, factor que motiva aún más a todos los que debutan –el caso de Louis-David– en España con Totem. “Estoy emocionado porque he oído muchas cosas buenas, sé que los españoles sois muy buenos anfitriones y os entregáis en cuerpo y alma como público. Conozco España como turista y llego con muchas ganas de trabajar aquí”. Romero, además de director musical, ejerce a la perfección como embajador de nuestro país: “A mis compañeros siempre les digo que en España se van a dar cuenta de lo que es un público de verdad. Hay compañeros que llevan 20 años y han dado la vuelta al mundo un par de veces; están de acuerdo en que como en España no se tocan las palmas en ningún sitio. Mira que venimos de Italia y Bélgica, y todo ha ido fenomenal, pero no hay comparación. Estoy loco por ver la cara de mis compañeros en la banda, porque para ellos es su primera vez aquí”.
UNIVERSO LGTBFRIENDLY
Formar parte de una organización con personas de tan diferentes nacionalidades, cultura y costumbres podría entrañar algún riesgo a la hora de por ejemplo, vivir tu homosexualidad de forma libre y natural. No es el caso de Cirque du Soleil ni de Louis-David Simmoneau, que siempre se ha mostrado abiertamente gay de cara a sus compañeros y jamás ha tenido ningún problema. “Aquí lo importante no es tu orientación sexual, me siento parte de la familia desde el primer momento. Y fíjate que trabajo con rusos…; lejos de lo que pueda creer la gente, son muy cercanos y cariñosos conmigo. Todo el mundo es tratado por igual, y no creo que tenga que cambiar mi forma de ser para que me acepten”. De hecho, el acróbata cuenta dentro del equipo con un apoyo muy cercano: “Tengo a mi novio trabajando conmigo en el apartado técnico, y no nos tenemos que esconder, todos saben que estamos juntos. Paso más tiempo con los artistas, y ellos siempre me preguntan por él. Es genial tener la oportunidad de viajar juntos por todo el mundo”, afirma con una amplia sonrisa.
TOTEM SE REPRESENTA DEL 10 DE NOVIEMBRE AL 14 DE ENERO DE 2018 EN EL ESCENARIO PUERTA DEL ÁNGEL DE MADRID