Según la norma actual, las personas trans son obligadas a declararse enfermas para acceder al cambio de nombre. Además, deben contar con un diagnóstico médico o psicológico que acredite que padecen disforia de género y han estado en tratamiento durante al menos dos años para “adecuar sus características físicas a las del sexo reclamado”.
Todo esto podría cambiar muy pronto si el Congreso de los Diputados apoya la propuesta del PSOE que pide eliminar la concepción de la transexualidad como una enfermedad a la hora de registrar cambios en los documentos oficiales. El Congreso también debatirá la posibilidad de acabar con la exclusión de los menores, las personas extranjeras con residencia y los intersexuales, grupos que todavía no están reconocidos por la ley.
Todas estas modificaciones estarían elaboradas por los colectivos LGTB, que continúan su batalla para lograr los derechos que merecen todas las personas sin influir su condición o identidad sexual.
Esta propuesta se debatirá este mismo martes en el Congreso de los Diputados, y ya cuenta con el apoyo de Ciudadanos, el bloque Unidos Podemos y, por supuesto, el PSOE. Por lo tanto, hay grandes expectativas de que esta nueva propuesta de ley sea aprobada y entre pronto en vigor, para que ninguna persona se vea excluida de ciertos derechos por su identidad de género.
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