Laud Humphreys es un sacerdote de la Iglesia anglicana que se propuso conseguir que la América profunda hiciese un análisis en profundidad sobre la manera en la que se percibía la homosexualidad y la bisexualidad en el país.
Este sacerdote nunca pasó, precisamente, desapercibido, ya que sus vecinos lo calificaban como “amante de los negratas y comunista’’. Humphreys es gay, aunque lo mantuvo en secreto durante muchos años, se casó y tuvo dos hijos. Con el paso del tiempo, fue dándose cuenta de que los hombres que cumplían los estereotipos del norteamericano ideal eran las personas que mantenían relaciones sexuales con otros hombres en secreto.
Por ello, comenzó a realizar su tesis doctoral a base de observar felaciones entre hombres en los baños públicos de un parque de la ciudad de San Luis, en los Estados Unidos. Su tesis tenía la intención de abrir los ojos a una sociedad que ocultaba profundamente las orientaciones sexuales que salían de la norma impuesta. Y, obviamente, entró en una vorágine de polémica en la que sus compañeros se plantearon retirarle el título de doctor en Sociología en más de una ocasión.
El sacerdote quería descubrir cómo funcionaban realmente los baños públicos donde los hombres se reunían para practicar sexo oral, más conocidos como tearooms. Él observaba, anotaba y recogía datos de las cosas que sucedían en los baños.
Asegurando que podía llegar a ver unas 20 felaciones en una hora, y después de mucho tiempo observando los diferentes tipos de personas que acudían a los tearooms, publicó la conclusión de su tesis afirmando que el 63% de los hombres que acudían eran católicos y vivían con su esposa, el 38% eran heterosexuales que solo buscaban recibir felaciones y tan solo el 14 % de los encuestados eran abiertamente gays.