Como un auténtico restaurante de lujo, así puede lucir tu hogar gracias a pequeños detalles que marcan la diferencia. Se avecinan días de comidas y cenas familiares en los que seguro recibirás más de un invitado en casa, y qué mejor para dejar un gran sabor de boca que ofreciendo una experiencia novedosa, atractiva y ecológica que dejará prendado a todo aquél que pase por tu comedor. Napoki aporta ese toque sofisticado y distintivo que te sumará puntos como anfitrión. ¿Cómo? Pues gracias a unas curiosas toallitas de algodón comprimidas que, al contacto con el agua, adquieren su forma común. Pero aún hay más, para presentarlas sobre la mesa, Napoki cuenta con bandejas y pinzas fabricadas con bambú de crecimiento rápido de la variedad moso, una especie no comestible.
Y es que el compromiso con la naturaleza de Napoki es al cien por cien, todos sus productos son respetuosos con el medio ambiente desde que se fabrican hasta que llegan a las manos de sus clientes, y su ciclo de vida es más largo que el común ‘usar y tirar’. De hecho, sus toallitas, más suaves y duraderas que las compuestas de viscosa, pueden usarse repetidas veces, se pueden lavar e incluso meter en la lavadora. Aliadas perfectas para limpiarse las manos tras una cena o una comida, limpiarse la cara o desmaquillarse –son hipoalergénicas y respetuosas con tu piel– e incluso para llevar de viaje, ya que ocupan el mismo espacio que una caja de chicles.
Ya sea para tu propia casa o para hacer un regalo original durante estas Navidades, las toallitas Napoki son un acierto asegurado que atraerá y gustará a todo aquel que las pruebe. Pero si además quieres contar con ellas para tu negocio –bien sea un restaurante o un centro de estética–, Napoki dispone de versiones adaptadas a los profesionales y eventos en el sector de alta gama. No cabe duda de que la firma ha cuidado todos los detalles, así que solo queda probarlas y sucumbir al placer del algodón.
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