Desde que se confirmó la vuelta de Operación Triunfo a la parrilla televisiva, la expectación de los que en su día fueron seguidores del formato se palpaba en las redes sociales. La fiebre del reencuentro de los concursantes de la primera –y más emblemática– edición en su décimo quinto aniversario propició el regreso del famoso talent show, pero muchos dudaban acerca de su resurgir. Había muchas cosas en juego, y aunque la gala 0 del mismo dejó mucho que desear a nivel técnico y vocal, parece que, tal y como pasó en aquella mítica primera edición, el formato ha ido creciendo con pasos pequeños pero firmes.
Aunque al inicio los datos de audiencia no fueron demasiado altos, semana a semana ha ido adquiriendo más seguidores, llegando a los casi cuatro millones de espectadores en su gran final, la más vista desde el año 2008, aunque no cabe duda de que el fenómeno de OT 2017 ha encontrado su mayor altavoz en las redes sociales, donde no ha habido día que no gayamos encontrado vídeos, imágenes o memes acerca de las galas o el día a día en la academia. Se han escrito artículos sobre el programa o algunos de los concursantes en los principales medios de comunicación nacionales, blogs, portales digitales…, e incluso la plataforma Netflix ha promocionado sus series Stranger Things o The Crown haciendo mención a su concursante favorito. Su cuenta de YouTube, en donde se alojaba su canal 24 horas, es todo un éxito, y los perfiles de Instagram de cada uno de los jóvenes cantantes acumulan decenas de miles de seguidores. Pero no solo eso, al contrario de lo que ocurrió en 2001, ahora son muchos los cantantes que defienden y se dicen seguidores del programa, prueba de que realmente nos encontramos ante un fenómeno social. Durante los últimos meses todo el país ha hablado de OT. Y estas son algunas de las razones.
Parece que Will ya ha votado por su favorita. Crea tu propio GIF en https://t.co/U2kLpKvOMh pic.twitter.com/dkXbQbjOrE
— Netflix España (@NetflixES) 23 de noviembre de 2017
1. La naturalidad
Al contrario de lo que ocurrió en las anteriores ediciones de Operación Triunfo, donde los concursantes sabían muy bien adónde iban y se acabó dando prioridad al reality más que a la música, esta nueva edición ha sorprendido con un casting heterogéneo y muy humano. Hay rifirrafes, pero parece que el buen rollo prima sobre lo demás. Los cantantes se están mostrando tal y como son, con sus virtudes y sus defectos. No se cortan a la hora de jugar entre sí, gastar bromas, improvisar con los instrumentos, confesarse secretos, complejos, ayudarse los unos a los otros… Esa verdad ha conseguido que los espectadores logren identificarse con ellos, sientan una mayor cercanía, aprendan con ellos e incluso rían, y puedan pasarse varios minutos, incluso horas, viendo vídeos de Amaia, Aitana, Cepeda, Alfred, Roi, Ana Guerra… sin aburrirse.
2. Las canciones
El repertorio de temas de esta edición ha sorprendido al público y a los cantantes españoles. Rara vez en Operación Triunfo habían dado opción a canciones de grupos independientes que no suenan o no han sonado en radiofórmula. Sin embargo, en las 4 galas que hemos visto de esta edición, los concursantes han cantado por los internacionales David Bowie, Prince, Ray Charles, Coldplay; o por cantautores españoles como Aute o Zahara; e incluso esta noche versionan La revolución sexual de La casa azul, un tema de gran éxito que ha marcado a una generación pero que nunca ha sonado en radios. Eso sin contar los temas que los concursantes interpretan en su tiempo libre, donde encontramos un repertorio muy diverso con canciones de Marisol, El Kanka, Ismael Serrano, The Beatles o Mercedes Sosa, entre muchos otros. Estos pequeños detalles han conseguido que los cantantes hayan aplaudido que un programa en prime time valore y muestre estas canciones al gran público.
3. La ausencia de prejuicios
La mencionada naturalidad de los participantes ha propiciado que dentro de la academia se hayan tratado temas como las parejas abiertas, la transexualidad, la homosexualidad o el sexismo. Saber que millones de personas han estado atentas a estas conversaciones provoca una gran satisfacción. Aunque es una lástima que las galas no exploten estos momentos que reflejan a toda una generación y que dice mucho, y muy bueno, de la misma. Aun así, nos gusta que podamos ver en estas galas a chicos cantando canciones que han cantado mujeres, y viceversa; o a dos chicas cantándose la una a la otra, sin necesidad de juzgar si es amor, cariño, o simplemente amistad lo que se quieren decir. Pero aún hay más. Cuando media España se enfrenta por conflictos como el de Cataluña, estos concursantes, procedentes de distintas partes de España y con gustos, vidas y orientaciones sexuales diferentes, cantan en catalán o gallego, prueban a hablar en esas lenguas y no tienen ningún problema los unos con los otros… Quizá se debería prestar más atención a su convivencia.
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4. La formación
Otras de las cosas que han llamado la atención de estos nuevos aspirantes a cantantes profesionales es su formación musical. Tocan el trombón, el arpa, la guitarra, el piano… Y no solo eso, cada uno en su estilo, pueden presumir de una cultura musical que no solía verse en ediciones anteriores. Un conocimiento fruto de años de trabajo previo, y que se agradece a la hora de verlos tocar en directo.
5. El profesorado
Otro de los aciertos de Operación Triunfo 2017 es su profesorado, que aúna rostros ligados al formato como Noemí Galera o Manu Guix, con otras caras conocidas que se han convertido en referentes millennials como Vicky Gómez, ganadora de la primera edición de Fama ¡a bailar! (que también prepara su vuelta a Movistar+), Guille Milkyway, cantante de La casa azul, o Los Javis, directores de La llamada o Paquita Salas. Una mezcla que funciona a la perfección y que ha mantenido a los seguidores atentos a cada una de sus clases.