Curtida en el cine indie, surgida del movimiento mumblecore –que apuesta por la naturalidad y el realismo absoluto en las películas– y activista feminista allá por donde pisa, Greta Gerwig se ha convertido en una de las embajadoras del nuevo Hollywood, en el que la mujer reclama su merecido, respetado e igualitario lugar. Y como no podía ser de otra manera, la protagonista de su última película, Lady Bird –que ya se ha hecho con el Globo de Oro a mejor comedia y acumula cinco nominaciones a los Oscar– es otra mujer. Aunque Saoirse Ronan no está ahí por el mero hecho de serlo, sino por un talento para la interpretación que, con tan solo 23 años, le ha valido el respaldo de la crítica y otro Globo de Oro a mejor actriz, de momento. De hecho, hay quien ya la ha coronado como la nueva musa del cine independiente. Ante tal premisa, la expectación ante esta gran favorita para los premios de la academia no podía ser menos.
El filme nos lleva al año 2002 para presentarnos a Christine McPherson –apodada Lady Bird–, una joven incontrolablemente amorosa, profundamente obstinada y de opiniones férreas que, por mucho que intente evitarlo, es exactamente igual que su madre, una enfermera que trabaja incansablemente por mantener a flote a su familia después de que el padre de Christine se quedase sin empleo en medio de un panorama económico marcado por los cambios vertiginosos de la época. En la búsqueda de su propio camino, la joven debe afrontar por sus propios medios los problemas y emociones propios de su edad, que marcan su día a día en Sacramento, California. Barreras que tiene que superar para conseguir su objetivo de mudarse a la costa este del país y comenzar una nueva vida en la universidad, lejos de los aparentemente sobreprotectores brazos de su madre.
Más allá de la vida de McPherson, Lady Bird es una conmovedora visión de las relaciones que nos modelan, de las creencias que nos definen y de la belleza inigualable de un lugar llamado hogar. Todo ello bajo la sensibilidad de una de las voces más atrevidas del mundo del cine actual. Un cóctel fresco, natural y emotivo que a buen seguro cosechará alguna estatuilla el próximo 4 de marzo en el Dolby Theatre de Los Ángeles.
LADY BIRD SE PROYECTA YA EN CINES.