La meteórica carrera de Sandra Bernardo no se entiende sin desplegar un mapa y comenzar a rescatar experiencias que guarda en su mochila y que le han hecho forjarse a sí misma. “Ya con 19 años me fui a vivir a Estados Unidos. A lo largo de mi vida he escuchado todo tipo de música, y en cada lugar al que iba me integraba en una banda. De hecho, yo antes hacía, y escuchaba, mucho más indie, y ahora mira…”. La madrileña ha encontrado su lugar en el mundo con su álbum de debut, Trópico ideal, un sensorial –y sensual– resultado de los kilómetros acumulados e influencias artísticas recogidas. “Tiene ritmos caribeños, tropicales, latinos y mediterráneos. Bebe mucho de Latinoamérica pero tiene un punto europeo sofisticado y de pop contemporáneo, y toques de electrónica minimalista. Trata de evocar las buenas sensaciones y subrayar la belleza de la vida”.
Trópico ideal no se entiende sin su paso por Australia, donde gracias a su trabajo como fotógrafa en un local de música en vivo comenzó, paradójicamente, a familiarizarse con los ritmos urbanos y las letras en castellano. “Aquello fue un renacer musical. Para mí, que llegaba de Europa, donde se supone que está lo moderno… Estoy muy contenta de haber podido sacar todo lo que había en mi mente al volver de Australia con los sonidos que me traje de allí. Y cantar en español, cosa que casi no había hecho… Porque de pequeña cantaba canciones de Mariah, Whitney y Madonna”, confiesa entre risas.
Entre sus doce canciones están Fruta y Lola –“muy especiales, porque se grabaron en Menorca con mi amigo y coproductor Aitor Castells y con todo ese rollo que tienen las islas”–, temas ya incluidos en su EP Gardenia, adelanto de este universo tan luminoso, cálido y natural. Cada detalle de este plato cocinado a fuego lento refleja su estado de ánimo, con una pequeña particularidad: “La música es terapéutica y un lenguaje universal, basta con cantar para transmitir y comunicar. Curiosamente, mis letras más positivas nacen de momentos de bajón, que es cuando más inspiración me viene para generar optimismo. Si estoy triste, canto música alegre para cambiar mi estado de ánimo. Y cuando estoy contenta y pasan cosas buenas como ahora, me salen letras tristes”, afirma entre carcajadas.
EL ÁLBUM TRÓPICO IDEAL DE SANDRA BERNARDO ESTÁ EDITADO POR EL VOLCÁN