“Si nosotras paramos, se para el mundo”. Con este lema por bandera, las mujeres reivindicaron ayer sus derechos y recordaron al mundo que aún queda mucho camino hacia una igualdad real. Ellas pararon y el mundo se paró. Causa-efecto. ¿La causa? La discriminación que viven actualmente las mujeres tanto en el ámbito personal como laboral. ¿La consecuencia? Su grito unido pidiendo vivir en un mundo sin machirulismos. Que no sin hombres, que no sin penes.
La huelga de la jornada de ayer se notó. Y mucho. Según los grupos sindicales, fueron más de 5’3 millones las trabajadoras que secundaron la causa, haciendo paros de dos horas o, directamente, no acudiendo a sus puestos de trabajo. La huelga estaba convocada en todos los sectores: laboral, estudiantil, de consumo y de cuidados, y en todos ellos se notó más que nunca.
Sorprendió, por ejemplo, el gran impacto que tuvo en los medios de comunicación. Y no precisamente porque ocupase la mayor parte de los titulares (que también) sino porque este parón feminista se hizo notar prácticamente en todos los programas de televisión y radio. En Antena 3, Susana Griso no condujo como de costumbre Espejo Público, y su compañera, Sandra Golpe, que presenta los informativos de las 15:00 también decidió ausentarse para estar más presente que nunca. En Telecinco, Ana Rosa Quintana canceló la emisión de su programa (AR), al igual que su compañera de horario, María Casado, en La Mañana de La 1. La radio también se tiñó de morado. Pepa Bueno, la única presentadora de la radio matinal, apagó el micrófono para hacerse oír. Todo este movimiento estuvo marcado bajo el hashtag #LasPeriodistasParamos.
Hashtag, palabreja difícil de deletrear, pero cuánto ha servido para movilizar y concienciar a las masas… Desde el #MeToo, iniciado a finales del pasado año, hasta el #8deMarzoHuelgaFeminista que fue tendencia en Twitter durante todo el día de ayer, pasando por #ContigoPeroSinTi, hashtag que la pareja de influencers Devermut ha utilizado en las redes para luchar contra la violencia machista y que contabiliza los casos de violencia sexista en España.
Ayer, las calles de las principales ciudades del país vistieron de morado, muchos balcones tuvieron delantales colgados y se pudieron leer miles de pancartas con ingeniosas y acertadas frases en la que ha sido una manifestación tan multitudinaria como histórica. Muchas de esas pancartas reivindicaban los derechos de las mujeres trans. En Madrid, la plaza de Callao estaba a rebosar por la mañana y desde las siete de la tarde las grandes avenidas de la ciudad se llenaron de mujeres (y también de hombres) que pedían igualdad a ritmo de tambores y cánticos como “Tranquila, hermana, esta es tu manada” o “No son muertes, son asesinatos”. En Barcelona, pararon ellas pero también paró el transporte público, con servicios mínimos del 50% en horas punta.
La huelga se notó, las manifestaciones alzaron la voz por las que estaban y por las que ya no… y a todos nos hicieron reflexionar.
La escritora Luna Miguel lo dejó muy claro en su Instagram: “Y feliz 9 de marzo, porque esta ola de sonoridad y fuerza solo acaba de empezar”
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