La Universidad de Ciencias de Malasia, una de las más importantes de ese país, se ha convertido en un ejemplo de la LGTBfobia creciente que vive el país. El pasado 24 de marzo apoyó un concurso organizado por la Asociación de Estudiantes Musulmanes de la propia universidad que premiaba el cartel o vídeo de una campaña de “terapias de reconversión” para personas LGTB. El concurso también ha contado con la aprobación del Ministerio de Educación, cuyo sello aparecía en algunos carteles. El concurso formaba parte de un foro llamado “Back to Fitrah” (vuelta a los instintos naturales), que se vendía como un intento de acercarse a la comunidad LGTB.
Según los organizadores del concurso, el objetivo era reeducar a las personas LGTB. “Esta es nuestra visión para corregir a las personas LGTB. No para perseguir ni condenarlos. Queremos ayudarles”, explicaba Abdul Hadi Razdi, uno de los organizadores, a la NBC. Fatimah Jamaludin, una de las ganadoras, aseguraba que quería conocer mejor a sus compañeros LGTB para ayudarles a través de la fe.
El concurso sigue la dirección de otro organizado por el propio Ministerio de Educación que animaba a “prevenir” la homosexualidad y la transexualidad a través de videoclips. El concurso pedía a los participantes a utilizar el miedo a las “consecuencias” de ser LGTB para enseñar a “prevenir, controlar y pedir ayuda” en caso de tener tendencias fuera de la heteronormatividad.
Los activistas y las asociaciones LGTB denunciaron el concurso por el riesgo que supone para las personas del colectivo al generar odio y rechazo. El ministerio trato de defenderlo como una forma de ayudar a las personas que sufren “confusión de género”, mostrando la falta de tolerancia y el desconocimiento.
Un periódico publica una polémica guía para identificar a gays y lesbianas
La LGTBfobia en Malasia es un problema que va en aumento, un país de mayoría musulmana donde los prejuicios están a la orden del día. Hace meses uno de los periódicos más leidos publicaba una “guía” para detectar a gays y lesbianas y el propio gobierno promueve las “terapias de reconversión”.