Ilustración Iván Soldo
El pasado 19 de marzo, Fifth Harmony confirmaban la disolución de la girl band y cerraban así el círculo que convertía a Camila Cabello en una auténtica diva de pleno derecho. Y es muy sencillo de explicar.
Porque desde que la cubano-estadounidense –que inició su carrera junto a sus cuatro compañeras en X Factor, y alcanzaron la fama de inmediato con el rompepistas Worth It– decidiera emprender su carrera en solitario, se asumió la pronta y volátil caducidad de las demás –juntas o revueltas– con una aplastante naturalidad.
Prueba de que Cabello era un pilar básico, y de que su desbandada generó envidia y antipatía dentro del grupo, fue la polémica actuación de sus excompañeras en los MTV VMAs, donde simularon que la figura de Camila caía precipitada del escenario. Un gesto que se sacudió sin apenas drama y que restó una importancia que, visto lo visto, sí le habían dado las demás. Y es que las divas jamás se alteran.
Por cierto, cuando visitó España por última vez como integrante de las Fifth Harmony en 2015, ya explicó a Shangay que era “difícil organizar el trabajo siendo tantas. Para empezar, en un grupo con menos chicas hay menos opiniones a tener en cuenta y resulta más fácil fijar un objetivo a cumplir”. Toda una declaración de intenciones.
Con apenas 20 años, su apuesta en solitario ya se puede calificar de total éxito. Después de poner voz al tema principal de la octava entrega de Fast & Furious, una de las sagas más taquilleras de la historia del cine, su álbum homónimo ha conseguirlo despojarla de su pasado y representar con elegancia y sabrosura el nuevo emerger de la artista latina.
No es tan atrevido asumir que el relevo de JLo está prácticamente asegurado: Cabello es un soplo de aire fresco dentro de un género urbano excesivamente inmovilista, y Havana, su primer gran hit como solista, ha evidenciado que la joven tiene algo que decir, a base de una cuidadosa estética y su armoniosa y sensual voz.
La propuesta de Camila, en parte homenaje a sus raíces, ejemplifica que en su música también hay sitio para la balada sensible y el minimalismo bailable. Unas características muy apreciadas entre sus fans gays, para los que siempre ha tenido palabras de compromiso y aliento, y que seguro no se la perderán en la visita que tiene preparada a nuestro país durante su Never Be The Same Tour –en Barcelona y Madrid, 26 y 27 de junio respectivamente–, porque ya ha agotado las entradas en ambas citas. Todo un éxito que se estrene en España con dos sold out consecutivos, como cabeza de cartel y sin querer saber nada del grupo en que se dio a conocer. Ella ya vuela libre.