La Maratón de Boston es la más antigua del mundo y lleva celebrándose desde 1897. Cada año se vuelve más inclusiva, y para la edición 122, que se celebra el lunes 16 de abril, permitirá a las personas transgénero participar según el género con el que se identifiquen aunque no lo hayan cambiado legalmente.
Para participar, la organización solo exige que se inscriban con el mismo género con el que lo hicieron para la clasificación. La Asociación Atlética de Boston, que organiza la maratón, ha dicho que resolverían cualquier problema con la identificación con “un fuerte énfasis en la inclusión”.
Aunque esto supone un paso para la integración de las personas trans en el deporte, todavía existen estigmas sobre ello, ya que mucha gente considera que pueden tener ventajas, en especial en el caso de mujeres trans, ya que se considera que tienen niveles más altos de testosterona. Sin embargo, deportistas transexuales desmienten esto y aseguran que realmente tienen desventaja, pues los bloqueadores de testosterona tienen como efectos secundarios la deshidratación o mareos que pueden perjudicarles en la actividad física.
Otras maratones también han dado un paso hacía la inclusión de las personas trans en la competición. Las de Chicago, Nueva York, Londres y Los Ángeles han optado por seguir los pasos de la maratón más antigua del mundo para permitir a las personas trans inscribirse en la categoría con la que se identifican.