Hay más de mil millones de páginas web en la red, de todo tipo y para todos los gustos. Redes sociales, periódicos, juegos, empresas… Todos tienen un hueco en Internet. Pero, ¿dónde están los límites? BestDeaths se define como “grupo de cinematógrafos especializados en crear escenas realistas sobre muertes”. Básicamente, se trata de una página para ver vídeos de asesinatos ficticios, con actores profesionales y sangre sabor a menta. Aparentemente inofensivo. Lo raro llega cuando estos vídeos pueden crearse por encargo. Por 500 dólares (unos 400€), el usuario puede elegir, dentro un amplio catálogo, a los actores quiere que aparezcan en la escena del crimen: quiénes serán los asesinos y quiénes las víctimas. También debe decidir cómo va a morir el protagonista: ahogado, asfixiado, apuñalado… Mil maneras de morir.
La mayoría de las escenas y cortos que aparecen en la web tienen una temática bastante homoerótica. Los actores siempre son masculinos y, en la mayoría de las ocasiones, aparecen semidesnudos y en situaciones incluso romántico-sexuales. Viendo solo algunos clips alguno pensará que se trata de una película X amateur. Sin embargo, no es porno BDSM, no es cine gay, tampoco de terror. Se trata de una mezcla de todo sin ser nada en concreto. Lo único claro es que todos acaban de la misma forma: muertos.
La pregunta que probablemente todos os haréis: ¿Se puede fantasear con la muerte? Victor, uno de los creadores de BestDeaths, lo tiene claro, y define a los usuarios de su plataforma como fetichistas. “Quizás la gente entienda fetiches más normalizados, como el fetiche por los pies o por los cuerpos musculados, pero no entienden algo más agresivo o algo que realmente no podrías llegar a hacer sin herir a nadie”. Y añade: “Cuando hablas de tener un fetiche por la muerte, la gente no lo comprendeb ya que pueden llegar a pensar que realmente quieres matar a alguien”.
Si se trata de una web diseñada por y para aquellas personas que ven la muerte como una fantasía (sexual o no), ¿hasta qué punto la función de esta plataforma es terapéutica? Es decir, ¿hasta qué punto recrear en vídeo el deseo asesino de alguien hace bien a esa persona? ¿Lo ayuda o por el contrario puede servir de incentivo?
Los límites no son nada claros y los objetivos de esta web, tampoco.