La Feria de Sevilla ha vuelto a registrar un ataque al colectivo LGTB, esta vez, por parte del cuerpo de vigilancia de una caseta. Un chico quiso entrar al recinto para pasar un buen rato junto a sus amigas, pero en su lugar se encontró ante la negativa del vigilante, que además le expulsó “a patadas y puñetazos”.
Mientras las amigas del agredido entraron sin problema, el agresor le negó la entrada al gritarle “aquí no entra un puto maricón”. Fue entonces cuando el chico le reprochó su comportamiento, recordando que esas no eran formas de tratar a las personas. Acto seguido, el vigilante comenzó a pegarle hasta tumbarlo en el suelo.
Un compañero del vigilante consiguió reducir al individuo, a la vez que le arrebataba y rompía el móvil al agredido, que había aprovechado la ocasión para intentar grabar los hechos. Tras esto, lo sucedido fue denunciado a la policía y el agredido fue llevado al hospital; presentaba “traumatismo facial, hematoma incipiente en el pómulo izquierdo, dolor cervical y policontusiones”.
La Asociación Antinoo ha solicitado al Ayuntamiento que se le abra un expediente a los propietarios de la caseta, y ha recalcado la necesidad de que se aplique la Ley contra la discriminación del colectivo LGTB.
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