Para nada es un tópico actual que muchas mujeres se encuentran cómodas o buscan a su principal figura de vinculación en un hombre gay. Esta amistad entre mujeres heterosexuales y hombres gays tiene una explicación científica.
Erick M. Russell, William Ickes y Vivian P. Ta, un equipo de investigación de la Universidad de Texas, ha publicado recientemente en Psychological Science una investigación con un resultado claro: las mujeres heterosexuales interactúan más confortablemente, e intiman mejor, con hombres gays al conocer su orientación sexual.
En uno de los experimentos realizados, se descubrió que inmediatamente después de revelar la orientación sexual de los participantes, aquellas que estuvieron emparejadas con hombres gays en la realización de las tareas del estudio, afirmaban sentir más confort en comparación con las que estuvieron emparejadas con hombres heterosexuales. La mayoría argumentaban motivos referentes a que, en caso de encontrarse con hombres gays, no había preocupación sobre las ‘intenciones sexuales’ de la otra persona. Otro de los resultados que refleja este trabajo es que, una vez que las mujeres ya saben la orientación sexual del hombre con el que han sido emparejadas, aquellas que contaban con la presencia de un chico gay llevaron a cabo comportamientos de compromiso más íntimos con ellos, así como también manifestaban más ganas de seguir vinculándose con ellos una vez el estudio terminase. Esto podría explicar cómo los vínculos entre mujeres heterosexuales y hombres gays se forman y crecen muy rápido y de una forma estrecha y cercana.
Estos comportamientos de cercanía/lejanía que manifestaban las 150 mujeres participantes en el estudio fueron analizados por los mismos investigadores, ya que durante las interacciones éstas fueron totalmente monitorizadas. Los psicólogos observaron cómo las mujeres ‘emparejadas’ con hombres gays estaban más relajadas y su lenguaje no verbal denotaba que se encontraban en un ‘espacio seguro’, en el cual podían ser ellas mismas sin ser juzgadas.
El problema principal que plantea el estudio, que se debería a la cultura heteropatriarcal y a la herencia machista que todas hemos recibido, es que “muchos hombres heterosexuales confunden la confianza que les da una mujer con interés sexual, de ahí que ellas tengan que estar ‘en guardia’ en muchas ocasiones, algo que no les ocurre con hombres gays”.
“muchos hombres heterosexuales confunden la confianza que les da una mujer con interés sexual, de ahí que ellas tengan que estar ‘en guardia’ en muchas ocasiones».
Otro de los dilemas que plantea esta investigación es que este efecto se pronuncia cuando se trata de mujeres que se perciben como más ‘atractivas’, ya que sienten que los hombres heterosexuales en algún momento van a intentar un acercamiento no consentido.
Por último, este estudio desmonta también el tópico sexista y homófobo de que las relaciones entre mujeres heterosexuales y hombres gays se consolidan porque a nosotros ‘nos gusta hacer cosas de chicas’ o que simplemente ‘son nuestras mascotas’. Esto no es más que un cliché, ya que queda patente que la base es la confianza y la seguridad que nos aportamos de forma interdependiente.