La Policía Nacional encuentra el cadáver de Pablo Escribano

Tras llevar desaparecido desde el martes 1 de mayo, el médico Pablo Escribano Taioli (29 años) ha sido hallado muerto en un piso de Alcalá de Henares (Madrid), junto al cuerpo de otro hombre, que rondaba los 40 años. Sin signos de violencia aparente, todo apunta a que una sobredosis ha sido la responsable de llevarse la vida de los dos jóvenes.

La familia de Escribano contactó por última vez con él el mismo día que este volvía de un viaje a Canarias, el martes 1 de mayo. Tras no saber nada del médico y contactar tanto con sus amigos y compañeros de trabajo, su madre telefoneó a todos los hospitales de Madrid para saber si había tenido un accidente y se encontraba ingresado. Al no poder encontrar a Pablo en ningún centro, decidieron denunciar el jueves la desaparición ante la Guardia Civil, creyendo que el fallecido se encontraba retenido.

Las esperanzas de la familia de que Pablo se encontraba con vida en algún lugar se esfumaron cuando la Policía Nacional halló los cuerpos sin vida de dos hombres en un piso de Alcalá de Henares. El móvil del joven seguía dando señal, según la madre del fallecido, que pidió a los investigadores identificar la zona en la que se encontraba el teléfono. Pablo, que la noche de su desaparición había cogido el coche desde su piso compartido en Avenida de América al llegar de su viaje, habría viajado hacia el domicilio del segundo fallecido, donde habría muerto por una sobredosis.

Esta es la teoría final de los cuerpos de seguridad, ya que no han encontrado signos de violencia en los cuerpos (que se encontraban en habitaciones diferentes) ni indicios de forcejeo en la puerta del piso. La autopsia e investigación policial confirmarán o desmentirán la hipótesis para que las familias de los fallecidos sepan cuáles fueron las causas de la muerte de ambos hombres, que tenían toda la vida por delante.