Que la Gala MET es todo una de las citas anuales más importantes del mundo de la moda, nadie lo niega. Al igual que es evidente que el lado pop de la ceremonia organizada por Anna Wintour, la ‘papisa’ de la moda, aumenta año tras año.
En esta edición, el Metropolitan celebraba la unión de religión y moda, otro concepto que desde que Madonna pusiera el Vaticano patas arriba con Like A prayer, no se ha despegado de la cultura pop.
Esta misa fue oficiada ni más ni menos que por Rihanna, convertida en papisa por una noche. La cantante, que ha sido una de las mayores revoluciones que ha podido vivir esta cita anual estos últimos años, volvió a convertirse el centro de todas las miradas. Riri apareció en la Gala MET con taconazo, escote y hábito papal, una locura, vaya. Una muestra más de que Rihanna está cada vez más cerca (si no lo es ya) de ser la verdadera ‘Madonna negra’, tal y como muchos medios la consideran. No hay cosa que no convierta en oro. Sus fieles se cuentan por millones y es uno de los mayores ejemplos de cómo la moda puede influir y cambiar la imagen y éxito de un artista. No solo convierte en tendencia todo aquello que se pone, sino que su aventura empresarial en el mundo de la moda (Puma, Asos…) es también un éxito.
Madonna era una de las más esperadas de la noche. No porque haya estado acertada con los looks que ha ido luciendo a lo largo de los años en la gala, sino porque la temática de este año le venía como anillo al dedo. La influencia de la religión en su carrera existe desde sus primeros trabajos, y la controversia que ha generado esto ha hecho correr ríos de tinta en las redacciones. Acudió de Jean Paul Gaultier y fue la encargada de la actuación sorpresa de la Gala MET.
Como un ángel caído del cielo apareció Katy Perry íntegra de Versace, y fue uno de los modelos más comentados gracias al espectacular conjunto con alas firmado por Donatella. La marca de la hermanísima resultó la más solicitada, algo comprensible ya que se trataba de la organizadora de esta edición junto con Rihanna: SZA, Zendaya, Blake Lively, Gigi Hahid, Gisele Bündchen, Cindy Crawford, 2 Chains o una elegante y apropiada Kim Kardashian fueron algunas de las celebrities que se decantaron por la marca de la medusa.
Acompañada por un adecuado Jared Leto y el director creativo de Gucci, Lana del Rey fue una de las más acertadas con la temática de la noche. Solange Knowles, por su parte, apostó por un diseño de Iris Van Herpen, un vestido con relieves que resultó de lo más arriesgado de la noche.
Jennifer Lopez, Rita Ora, Nicki Minaj, Cardi B, Ariana Grande, Selena Gomez y Miley Cyrus fueron algunas de las figuras que representaron el apartado musical de la gala de este año.
El apartado masculino destacó gracias a Chadwick Boseman, protagonista de Black Panther, Christian Combs, Nick Jonas o el ya comentado Jared Leto, que se encargaron de respetar la temática y salir bien parados. Shawn Mendes deslumbró con su outfit, pero se olvidó de la temática que imperaba en el Museo Metropolitano de Nueva York.
Rita Ora
Nicki Minaj
Cardi B
Ariana Grande
Selena Gomez
Miley Cyrus
Kim Kardashian
Nick Jonas
Shanw Mendes y Hailey Baldwin