Se ha convertido en uno de las anécdotas más comentadas de la boda real entre Meghan Markle y el príncipe Harry. Y es que sin duda, el de David Beckham y sir Elton John ha sido el segundo beso más viral del enlace.
David y Elton formaban parte los 600 invitados que asistían a la celebración del ‘sí, quiero’ entre la actriz canadiense y al menor de los hijos del Príncipe Carlos de Gales y Lady Di.
Llegaban a la capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor, cada uno por su lado, acompañados por sus respectivas parejas. Un poco más tarde, la cadena británica BBC recogía el momentazo.
El cantante británico se encontraba charlando con su marido David Furnish y la pareja formada por James Blunt y Sofia Wellesley, cuando aparecieron Victoria Beckham y el famoso exfutbolista. Protocolaria rueda de besos y abrazos para saludarse, coronado todo ello con un afectuoso beso en los labios entre David y Elton.
El gesto, insignificante para ellos, ha causado sensación en las redes sociales, que no han parado de hablar de él. Sin embargo, lo casual y natural del pico, se ha convertido en lo realmente esencial: ¿Habría podido ocurrir esto hace algunos años?
Un cantante abiertamente gay y un exfutbolista heterosexual se besan en público, delante de sus parejas y, para rizar el rizo, en una boda real de lo más clásica y encorsetada. ¡Ahí es nada!
Por eso estamos encantados con el beso entre David y Elton. Porque es un zasca a lo heteronormativo, a la heteronorma que impone las conductas tradicionales sobre las LGTB, al machirulismo ilustrado y, por supuesto, a los homófobos.
Por eso y mucho más, nos ponemos en modo boda y gritamos: ¡Que vivan los amigos! ¡Y que se besen! ¡Que se besen! ¡En la boca! ¡En la boca! ¡En la boca!