Una persona intersexual es aquella que presenta conjuntamente caracteres sexuales masculinos y femeninos al nacer. Cuando esto sucede, un médico, o los padres, deciden el género de esta persona según lo que crean mas conveniente. Esto, lógicamente, provoca grandes problemas en el desarrollo psicológico y social de la persona, pues no siempre logran acertar con el género que le adjudican. Además, en el caso de que el médico decida realizar una intervención quirúrgica, para extirpar alguna parte de los genitales, los problemas durante el desarrollo de la persona pueden ser mucho mayores.
Es lo que le sucedió a Leonne. Une ciudadane holandese a le que sus padres decidieron inscribir como hombre. Nunca se sintió identificade con el género masculino, de modo que decidió someterse a diversas operaciones y cambiar su registro civil para poder ser aceptade socialmente como una mujer. Pero, con el tiempo, se dio cuenta de que tampoco se sentía identificade con el género femenino y decidió reclamar a la justicia su derecho a determinarse con un tercer género: el género neutro.
La justicia holandesa falló a su favor tras considerar que “ya es hora de reconocer la posibilidad de un tercer género dada la evolución social y jurídica operada”. Es un avance sumamente importante, pues es la primera vez que una persona logra ser calificada como de género neutro.
Por ahora, la ley holandesa solo contempla esta opción para las personas intersexuales; aun así, es sin ninguna duda un paso en la buena dirección. Los colectivos LGTB han aplaudido la decisión, si bien siguen reclamando el derecho a la autodeterminación personal en materia de identidad de género. Una persona debe tener la libre capacidad de manifestar su género (ya sea binario o no binario) y que este sea aceptado tanto en el ámbito judicial como en el social sin que se le impongan trabas médicas o jurídicas.