La friolera de ocho años le ha costado a Ofir Raul Graizer terminar su primer largometraje, un parto del que se siente especialmente orgulloso: “Cuando hablo con otros productores y les cuento cómo grabamos y el presupuesto que teníamos, se creen que les estoy mintiendo. He sufrido mucho, me rechazaron el guion 18 veces… Espero tardar menos en hacer las siguientes”. El director israelí ha paseado El repostero de Berlín por una veintena de países –España entre ellos–, y en todos ha detectado bastante unanimidad entre la crítica sobre su elegante capacidad para abordar temas como la nacionalidad, la religión y la sexualidad desde la perspectiva más humana. “Están conectadas. He querido destacar que no importan tus creencias, de dónde seas o a quién ames. Y los personajes no quieren que se les defina, nada se dice de forma explícita aunque todo es fácil de interpretar”, explica.
El film narra la historia de Thomas, un habilidoso pastelero berlinés que mantiene un romance con un joven israelí que tiene una doble vida en Jerusalén. Cuando este muere en un accidente, Thomas viaja hasta el país hebreo bajo una identidad falsa y se cuela de forma sorprendente en la vida de su viuda, para la que trabajará haciendo tartas en su cafetería kosher. “Tenía miedo de volverme muy melodramático, quería cocinar las emociones a fuego lento, como cuando haces pasteles”, añade Graizer, que incorpora detalles autobiográficos en su primer gran trabajo: “No es mi historia. Pero todos los elementos son parte de mi vida. La tragedia, la mentira, la religión y la sexualidad están inspiradas en un amigo cercano. Y también sé hornear”, dice entre risas.
Películas como Moonlight, Call Me By Your Name o Una mujer fantástica ejemplifican el buen momento del cine LGTB, y pese a que El repostero de Berlín se suma a la tendencia, Graizer tiene una particular visión sobre ello. “Hay que tener cuidado, no hay que estar excesivamente contentos. Creo que es una moda, no significa que el mundo esté cambiando. Que Moonlight gane el Oscar es maravilloso, pero no debería cegarnos. La realidad es otra”.
EL REPOSTERO DE BERLÍN SE ESTRENA EL 15 DE JUNIO EN CINES