Los increíbles 2, la espera mereció la pena

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Han pasado catorce años desde que Disney Pixar decidiera incluir en su filmografía a una familia con superpoderes algo atípica. Lejos de parecerse a los grandes personajes de Marvel que hoy en día pueblan la cartelera cada mes, elegantes, apuestos y cerca de la perfección, Míster Increíble, Elastigirl y sus tres hijos rozan el desastre en su día a día, pero cuando unen fuerzas no hay enemigo que se les resista. Los increíbles fue la séptima película de la compañía, que había dejado el listón muy alto el año anterior con el estreno de Buscando a Nemo, su mayor triunfo hasta entonces (2003). Sin embargo, el público acogió de muy buen grado a esta particular familia con superpoderes, un éxito que se reflejó en su recaudación –más de 663 millones de dólares en todo el mundo–, y, por supuesto, cuando logró el Oscar a la mejor película animada. Uno de los culpables de este inmejorable recibimiento fue su director y guionista, Brad Bird, que más de una década después va a seguir contándonos la historia de estos personajes en Los increíbles 2.

Pocas secuelas han tardado tanto en llegar, pero es que la industria cinematográfica ha cambiado mucho desde que se estrenó la primera parte en 2004. Entonces solo los fans de los cómics conocían a los Vengadores, y ahora tanto ellos como todos los personajes del universo Marvel forman parte del día a día de muchos. Esto podría convertir a Los increíbles 2 en una película de superhéroes más, pero el director afirma que lo que al público le gusta de esta ahora posible saga es que son personas más preocupadas por conseguir trabajo y pagar el alquiler que por sus poderes. Muchas son las incógnitas que nos dejó Los increíbles, empezando por uno de los cliffhangers más famosos del cine de animación, que ahora los seguidores esperan resolver en esta secuela que centrará su atención en la madre, Helen Parr. Alguno podrá pensar que catorce años son muchos para que el público siga teniendo interés en conocer el futuro de esta familia, pero si algo ha quedado claro en la producción audiovisual de los últimos lustros es que la nostalgia da muy buenos resultados en pantalla.